La oficina es un lugar muy diferente al que era antes de Covid-19 por las formas híbridas que adoptaron algunas empresas, pero ¿cómo deberían ser concebidos los espacios para mantener los mismos niveles de productividad, desarrollo de relaciones e intercambio de conocimientos sin estar en la misma ubicación física?
Centros locales: Es posible que las empresas decidan desvincularse de una única oficina central urbana para crear puestos regionales, lo que se conoce como el modelo "hub-and-spoke". La distribución de las oficinas en ubicaciones urbanas y suburbanas puede ser una ventaja para todas las personas. Permite la colaboración, preserva un sentido de comunidad empresarial y crea oportunidades para expandir la reserva de talentos.
Realidad aumentada (el metaverso): La idea del metaverso es crear un entorno que sea infinitamente flexible. Meta lo denomina "internet materializado, un internet en el que puedes entrar". Imagina crear avatares realistas en 3D que emulen nuestro lenguaje corporal cuando hablamos. Organizar la estación de trabajo ideal con un teclado digital y varias pantallas virtuales superpuestas en nuestro entorno físico. Optimizar los espacios de realidad virtual y realidad aumentada para tareas específicas, según nuestras necesidades. El metaverso puede ofrecer oportunidades infinitas para la colaboración y la creatividad.
Espacios de coworking: En lugar de cubículos aislados o escritorios separados, la distribución aleatoria de los asientos permite las conversaciones en persona, las salas de reunión permiten que pequeños grupos trabajen en colaboración y las salas de conferencias más grandes ayudan a los equipos de proyectos a reunirse. Los miembros de los equipos de trabajo remoto pueden participar por videoconferencia, mientras que el personal de la oficina podrá trabajar físicamente de forma cooperativa.
Más espacio: El distanciamiento social hizo que las empresas aprovechen al máximo cada metro cuadrado de sus oficinas para mantener la seguridad de los empleados sin comprometer la productividad. A medida que se vaya eliminando el distanciamiento social y se priorice el trabajo híbrido, es posible que las empresas necesiten menos espacio para los escritorios, pero esto no significa necesariamente que hay que reducir el personal. La reutilización de la superficie significa que tal vez se necesite más espacio para abrir zonas de colaboración y socialización.
Edificios más inteligentes: Es posible que las oficinas tengan que evolucionar para reducir los puntos de contacto habituales, incluso después de la pandemia. Usar apps de smartphones para acceder a cosas como armarios e impresoras, en vez de tocar botones compartidos protege la salud y la seguridad de los empleados sin afectar a la eficacia. La oficina central de la empresa de gestión medioambiental y de residuos Bee'ah diseñada por Zaha Hadid Architects utiliza una serie de "vías sin contacto", que incluyen sensores de movimiento y reconocimiento facial para abrir puertas y llamar a los ascensores, de modo que los empleados no necesitan tocar el edificio.
Centrarte en el bienestar: Un programa de bienestar en el lugar de trabajo podría incluir descuentos en membresías de gimnasios, sesiones de meditación en la oficina, eventos sociales regulares, escritorios para trabajar de pie y snacks saludables. Incluso cosas tan sencillas como la luz natural pueden hacer que los empleados se sientan más cómodos en la oficina y, por lo tanto, más felices, sanos y productivos.