La modernización de propiedades en operación a nivel mundial para que sean energéticamente eficientes y capaces de reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) al ambiente costará alrededor de 18 billones de dólares, de acuerdo con un análisis de Cushman & Wakefield.
Con este proceso de descarbonización se podrían reducir anualmente un 75 por ciento las emisiones de carbono en el ambiente.
La empresa analizó un millón de activos, que en total suman 6,600 millones de metros cuadrados en 143 países para demostrar que la reducción de las emisiones de carbono es un componente vital para prevenir el cambio climático.
El objetivo es revitalizar o modernizar las propiedades existentes para que reduzcan sus emisiones, ya que Cushman & Wakefield estima que aproximadamente el 80% de los edificios que existirán en 2050 se habrán construido, por lo que cambiar los estándares para nuevas construcciones solo hará una parte del trabajo.
“La descarbonización de los bienes inmuebles existentes no solo es esencial para abordar el impacto climático, sino que también ofrece una forma ambientalmente responsable de reducir el costo de poseer y administrar propiedades comerciales”, dice John Forrester, director ejecutivo de Cushman & Wakefield.
Agregó que a medida que las regulaciones “se vuelvan más estrictas, aumentarán las necesidades de reducir o compensar las emisiones de carbono”.