En los últimos años, factores como la pandemia por Covid-19 y tensiones entre países han cambiado las reglas del comercio internacional; dichos hechos provocaron que prácticas como el nearshoring tomen fuerza al ser una solución a los riesgos y sobrecostos en las cadenas de suministro.
Como se sabe, el nearshoring es la estrategia de externalización en la que una empresa transfiere parte de su producción a terceros, países en destinos cercanos y con una zona horaria semejante, en donde establecen sus procesos de fabricación, ensamblaje, desarrollo o proveeduría.
En base a lo anterior, América Latina ofrece al mercado norteamericano una combinación única de proximidad geográfica y socios con capacidades desarrolladas, que además cuentan con la madurez suficiente para dar servicios de calidad a sus clientes, según lo señaló la IDC, empresa global de inteligencia de mercado en tecnología.
Ante la escasez de expertos en tecnología a nivel mundial, empresas en países como Estados Unidos han recurrido al talento de países en América Latina para encontrar desarrolladores web, científicos de datos y programadores a través del modelo nearshoring.
Un ejemplo de esto es Agave Lab, fábrica de startups basada en Guadalajara, Jalisco, México, que busca desarrollar empresas en etapas tempranas. En el año 2022, Agave Lab reportó un incremento del 22% en las solicitudes de nearshoring contra 2021.
Su fundador, Andy Kieffer, indicó que "uno de los obstáculos a los que se enfrentan los directivos es la escasez de talento. Puede ser un reto encontrar y contratar diseñadores UI/UX, Machine Learning (ML) y expertos en tecnología en muchos países. Mientras que muchas empresas en Estados Unidos enfrentan este reto, América Latina cuenta con un mayor número de expertos especializados que pueden emprender proyectos desafiantes".
Finalmente, dijo que, en el nearshoring, dado que los especialistas subcontratados están cerca, es más probable que conozcan la legislación sobre propiedad intelectual de su país y sepan cómo desenvolverse en una situación de este tipo. "Esto es crucial para cualquier empresa de desarrollo de software, ya que evita que se metan en problemas legales que podrían descarrilar sus operaciones", concluyó Kieffer.