Después de los cierres masivos de gimnasios durante los dos pasados años por la pandemia de Covid-19, estos espacios están resurgiendo y contribuyendo a mejorar la imagen de los bienes raíces comerciales.
Un reporte de New York Times indica que la tendencia en el mercado inmobiliario de Estados Unidos de abrir gimnasios dentro de los centros comerciales está en aumento, pues son un ancla para generar tráfico peatonal que beneficie a otros inquilinos.
“El espacio recientemente ocupado por gimnasios aumentó a más de 4.5 millones de pies cuadrados en los primeros tres meses de este año, de aproximadamente 2 millones a fines de 2021, superando a otros tipos de minoristas”, según Brandon Isner, jefe de investigación minorista para las Américas en CBRE, una firma de servicios inmobiliarios.
Otros datos que respaldan el resurgimiento de los gimnasios en centros comerciales en Estados Unidos es que la industria del fitness en general está en camino de crecer un 4.2 por ciento este año, según un informe de la firma de investigación IBISWorld.
Incluso, el diario estadounidense destaca que las visitas mensuales a los gimnasios de marzo a agosto aumentaron más del 18 por ciento con respecto al mismo período en 2019, según datos de Placer.ai, que rastrea el tráfico peatonal minorista.
Además, las nuevas membresías también aumentaron y las ventas por pie cuadrado en los gimnasios aumentaron un 34 por ciento en agosto con respecto al año anterior y casi a la par con 2019, dijo Mark Sigal, director ejecutivo de Datex Property Solutions, una compañía de software que rastrea propiedades minoristas.
Aunque los negocios boutique de fitness requieren menos espacio en general. Los estudios varían de 1,500 a 5,000 pies cuadrados y pueden ser más baratos y más fáciles de poner en marcha rápidamente.
“A medida que las personas regresan a las actividades en persona con la flexibilización de las restricciones por la pandemia de coronavirus y una caída en los casos de Covid reportados desde el año pasado, se dirigen directamente al gimnasio para perder los kilos de más que ganaron durante los cierres. Y la industria del fitness estadounidense, valorada en 32,000 millones de dólares, les está dando la bienvenida con nuevas estrategias”, destaca el artículo de New York Times.