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La carrera alcista de la vivienda quedó atrás, los precios en Estados Unidos comenzaron a caer por primera vez en una década.

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En las 20 grandes ciudades de Estados Unidos, el precio de las viviendas cayó 0.44% intermensual en julio, la primera disminución desde marzo de 2012, según el índice S&P CoreLogic Case-Shiller. El último desplome inmobiliario terminó en 2012, y dio paso a 10 años de alzas de precios, con un frenesí de compras de dos años.

La Reserva Federal frenó rápidamente las subidas en su lucha por combatir la inflación. Los tipos de interés hipotecarios se duplicaron este año, lo que alejó a muchos compradores y provocó el desplome de las ventas. Los mayores descensos intermensuales en julio se registraron en San Francisco (-3.6%), Seattle (-2.5%) y San Diego (-2%).

 

 

Para el economista en jefe de Amherst Pierpoint, Stephen Stanley, el enfriamiento ha llegado con fuerza y rapidez. Sin duda, los precios siguen siendo altos. El índice nacional Case-Shiller avanzó un 15.8% interanual en julio. Pero ese fue el menor incremento desde abril de 2021, y la desaceleración desde el salto del 18.1% en junio fue la mayor desaceleración en la historia del índice.

 

También hay indicios de una gran demanda acumulada de viviendas. Las ventas de viviendas nuevas en Estados Unidos subieron inesperadamente en agosto, según datos del gobierno norteamericano.

 

Se trata del mayor ritmo de ventas de viviendas nuevas desde marzo, que probablemente sea el reflejo de la prisa de los compradores para evitar nuevos aumentos de los costos de los préstamos y aprovechar los recortes de precios de algunos constructores. Las ventas de viviendas nuevas aumentaron en todas las regiones, incluido un crecimiento del 29.4% en el sur, donde el ritmo fue el más firme de este año.

En las zonas más inasequibles, los descensos de los precios de las viviendas han sido más pronunciados, especialmente en la costa oeste, donde los compradores ya tenían problemas a principios de año, cuando los tipos aún estaban cerca de sus mínimos históricos. 

 

 

Al comparar la caída con el frenesí de dos años, parece algo extremo, marcado por las múltiples ofertas y la escasez de viviendas que impulsaron a los compradores a ofertar alto, de acuerdo con una publicación idealista.com.

 

Hoy en día los anuncios de casas en venta se mantienen por más tiempo debido al desplome de la demanda, incrementando el stock. Por lo que los precios se pueden mantener elevados al haber menos viviendas en el mercado.

 

Quienes no tengan que mudarse se quedarán en sus hogares, y comprar una casa para la mayoría requiere renunciar a una hipoteca más barata. Según un informe de Zillow Group Inc., los nuevos anuncios de viviendas en venta se redujeron casi un 23% en agosto con respecto al 2021.

Por su parte, la Reserva Federal sigue moviendo los tipos de interés al alza. "Dadas las perspectivas de un entorno macroeconómico más difícil, es muy probable que los precios de la vivienda sigan desacelerándose", comentó Craig J. Lazzara, director global de estrategia de inversión de S&P Dow Jones.