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La firma elaboró una Guía Global para saber la situación del mercado y si es atractivo para invertir.

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A nivel mundial, la incertidumbre seguirá en niveles altos debido al virus, la inflación y los acontecimientos en Ucrania; sin embargo, la mayoría de los indicadores apuntan a una mejora constante de la confianza en el ámbito social y empresarial en todo el mundo a medida que avanza el 2022.

 

Lo que llevará a un ciclo ascendente de rendimiento para la mayoría de los mercados, a pesar de las diferentes dificultades estructurales.

 

Primeros seis meses de 2022

De acuerdo con Cushman & Wakefield, a principios de 2022 el virus de covid continuará dominando, pero gracias a una mayor inmunidad global y a un mejor conocimiento sobre él, habrá mejoría y las estrategias para regresar al trabajo se encarrilarán.

Lo cual sugiere un mejor crecimiento económico antes del verano, que aumentará la confianza de los inquilinos y de los inversionistas, aunque podría verse debilitado por la volatilidad de las tasas de interés y el riesgo geopolítico.

 

Segunda mitad del 2022

Se espera que junto con la mejoría del crecimiento económico, se den mejores noticias sobre la inflación y el covid. Con la reducción de los apoyos gubernamentales, el sector privado asumirá el papel de impulsor de la expansión y los mercados de inquilinos cobrarán más confianza.

 

Principios de 2023

Aunque el covid seguirá presente en segundo plano, la recuperación continuará y el clima de negocios ahora será el factor de riesgo número uno para las empresas. Será más profunda la recuperación de los inquilinos, lo que beneficiará a los mercados de espacios comerciales y de oficinas, mientras que el cambio estructural dará impulso a la demanda.

 

En opinión de inversionistas, el aumento sostenido de las tasas de interés puede sugerir que las estrategias de inversión necesitan un ajuste. A continuación, las tendencias regionales de la guía de Cushman & Wakefield.

 

Asia Pacífico. Hasta el día de hoy, Asia Pacífico ha encabezado la recuperación, con un retorno más temprano del crecimiento y niveles de actividad de inversión previos a la pandemia en la mayoría de los mercados. Probablemente este impulso se mantendrá a pesar de una afectación debida al covid en el primer trimestre, y se será fortalecido por un nivel más profundo y más amplio de demanda de los inquilinos en los siguientes meses del año.

Europa. Nuevamente, el virus ralentizó la recuperación y los acontecimientos en Ucrania también afectarán la confianza regional. Hay confianza de que el impacto económico inmediato de los eventos se sienta en la inflación más que en la demanda. Sin embargo, las altas tasas de vacunación y refuerzo deberían permitir que la reapertura del mercado se fortalezca más adelante. Lo que apoyará una aceleración en la confianza y la actividad que podría estar en su apogeo en el tercer trimestre; también promoverá una constante mejora en los mercados de inquilinos acercándose a 2023.

 

 

América Latina. Aunque se ha moderado el repunte de la actividad económica, con un aumento en las tasas de vacunación, mejorarán las perspectivas. El centro de atención seguirán siendo el virus, los acontecimientos políticos y la inflación, pero un aumento en el crecimiento económico más adelante en el año, respaldará un repunte más amplio del mercado inmobiliario liderado por los inquilinos, que se acelerará en 2023. No obstante, lo anterior tendrá diferentes matices regionales.

Norteamérica. Gracias a un impulso fuerte en la economía y el mercado inmobiliario, se compensará cualquier aumento en el riesgo debido a Ómicron y a la inflación. El final del estímulo fiscal y monetario puede conducir a un crecimiento económico más lento en los siguientes meses del 2022, pero los mercados de arrendamiento (incluido el sector de oficinas) se acelerarán.

 

 

Logístico. A consecuencia de la pandemia en todas las regiones, sigue siendo un ganador con una demanda de inquilinos muy sólida y una inflación de costos de construcción que impulsará el crecimiento de los alquileres. Con valores de capital elevados, los inversionistas deberán ser selectivos a la hora de elegir activos capaces de sostener este crecimiento a mediano plazo.

Habitacional. El atractivo del sector se está extendiendo impulsado por necesidades demográficas y sociales. Durante la pandemia, la demanda y los precios han demostrado ser resistentes. Debido a la demanda de espacios modernos diseñados especialmente para renta, estudiantes y personas mayores, el alcance del sector crecerá sustancialmente a nivel mundial.

Hotelero. Los últimos giros de la pandemia pueden frenar los viajes de negocios, pero los fundamentos del sector parecen sólidos para los viajes de placer. Su recuperación será constante a medida que las restricciones de viaje sigan disminuyendo, pero con nuevos formatos y modelos de negocio.

 

 

Alternativos. Encabezados por los mercados maduros, los sectores menos tradicionales merecen una inversión más fuerte cuando están impulsados por sólidas fuentes de demanda y ganancias operativas. Los sectores de instalaciones para el cuidado de la salud, la infraestructura tecnológica y las minibodegas pueden contribuir significativamente al rendimiento de la cartera, siendo la escasez de oferta un factor clave y un punto de entrada.

 

Oficinas. Nuevos modelos de trabajo de oficina se están desarrollando a medida que se hace la transición desde el trabajo en casa. Si bien es más selectiva y más consciente sobre el tema de sostenibilidad, la demanda de los inquilinos ha aumentado y el sector está entrando en modo de recuperación.

 

Comercial. Continúan los desafíos, pero el comercio minorista está dando un giro y el papel del espacio físico para brindar comodidad y anclar destinos es, ante todo, más claro que antes de la pandemia. El mercado se polarizará en la recuperación, pero la revisión de precios ahora está abriendo oportunidades.