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En México hay ciudades que han apostado fuertemente por la implementación tecnológica y que tienen potencial para llegar a ser Smart Cities.

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Se trata de los casos de la Ciudad de México, las zonas metropolitanas de Guadalajara y Monterrey, así como Tijuana, Puebla o Querétaro, por lo que el apoyo al desarrollo de éstas será crucial para dar a México el impulso necesario en la materia.

Así lo afirma el análisis ¿Por qué México aún no aparece en las listas de Smart Cities globales?, elaborado por la firma HEI Community, donde describen que existen ocho elementos que al llevarse de forma óptima y en conjunto, llevan a una ciudad a clasificarse como Smart City: movilidad, salud, seguridad, tratamiento de aguas, generación de energía, comunidad y calidad de vida, desarrollo económico y vivienda, así como manejo de residuos.

 

Poder hablar de México como un referente Smart Cities es uno de nuestros objetivos, pues a pesar de que hay ciudades dentro del país con potencial para alcanzar esta denominación, debemos enfocarnos en potenciar aún más el uso de recursos tecnológicos en el día a día y saber traducir todos los datos obtenidos para satisfacer las necesidades de la población”, enfatizó Agustín Levy, CEO de Levy Holding.

 

De acuerdo con la firma, en la medida que se logre la colaboración de instituciones públicas y privadas, consultores externos y firmas privadas que trabajen con una visión a largo plazo, será posible asegurar en México el desarrollo de ciudades inteligentes de manera óptima.

Hicieron referencia a estimaciones de la ONU, quien proyectó que para el año 2050 más del 66% de la población mundial estará concentrada en áreas urbanas.

 

Por esta razón expertos destacan la importancia de aprovechar los avances tecnológicos y visualizar la transformación de las ciudades en Smart Cities para que la calidad de vida de las personas se vea favorecida significativamente.

 

HEI Community describió que el concepto Smart City surgió a finales del siglo XX y hace referencia a la implementación de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), así como de actividades impulsadas por datos (data-driven), con el objetivo de mejorar el entorno en el que se desenvuelven las personas. Dichas implementaciones facilitan el llevar a cabo mejoras en servicios urbanos, sistemas de comunicación, sostenibilidad y automatización de procesos con el fin de hacerlos más ágiles.