El auge del nearshoring ha transformado el mercado inmobiliario industrial en México, atrayendo inversiones sin precedentes. Sin embargo, la falta de digitalización y adopción tecnológica en el sector de la construcción amenaza con frenar este crecimiento.
La digitalización como motor de eficiencia
En un contexto donde la demanda de espacios industriales creció 42% el año pasado, la capacidad de las empresas para ejecutar proyectos de forma ágil y rentable es crucial. No obstante, muchas constructoras aún operan con procesos tradicionales, lo que genera retrasos, sobrecostos e ineficiencias.
De acuerdo con Fernando Olloqui, CEO y cofundador de Licify, la adopción tecnológica es esencial para que las empresas del sector puedan mantenerse competitivas. “El nearshoring representa una oportunidad histórica para la construcción en México, pero sin herramientas digitales que agilicen procesos, el crecimiento estará limitado”, advierte.
Tecnologías clave para la transformación
La incorporación de soluciones como BIM (Building Information Modeling) y los gemelos digitales ha demostrado su capacidad para reducir costos y optimizar recursos. Además, plataformas digitales enfocadas en la gestión de compras y licitaciones están revolucionando la industria.
Por ejemplo, Licify ha facilitado negociaciones por más de 5 billones de dólares, generando ahorros promedio del 9.8% en costos directos para constructoras y desarrolladoras. Su plataforma centraliza y documenta las adquisiciones, permitiendo procesos hasta siete veces más rápidos, lo que resulta clave para competir en un mercado dinámico.
El reto del nearshoring: Infraestructura urbana
“Dependerá el éxito del nearshoring en gran medida de que las constructoras adopten plataformas digitales que optimicen la gestión, reduzcan costos y agilicen los tiempos de entrega”, señala Olloqui.
Una transformación necesaria
La digitalización ya no es solo una ventaja competitiva, sino una necesidad para la construcción en México. Empresas que no adopten tecnologías como la inteligencia artificial, la automatización de procesos y la gestión digital corren el riesgo de quedar rezagadas ante la demanda creciente. La modernización del sector no solo impulsará la eficiencia operativa, sino que también fortalecerá la competitividad del país en el contexto del nearshoring.