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La economía mexicana cerrará 2025 con una marcada pérdida de dinamismo, reflejo de un estancamiento prolongado durante los primeros nueve meses del año y de señales de debilitamiento en los sectores clave de la actividad productiva.

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Los datos más recientes del Indicador Global de Actividad Económica (IGAE) muestran que el país transita una fase de virtual nulo crecimiento, presionado por la caída de la industria, la desaceleración de los servicios y un entorno de incertidumbre interna y externa que ha limitado la recuperación.

 

De acuerdo con el Indicador Global de Actividad Económica (IGAE), de enero a septiembre de 2025 la economía de México creció 0.0% respecto al mismo periodo del año previo, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

 

Esta tendencia ha sido determinada por la contracción de la actividad industrial que retrocedió -1.8% en los primeros tres trimestres del año, a tasa anual, mientras el sector servicios repuntó 0.8% y el sector primario avanzó 3.4% anual.

Por lo que respecta al más reciente reporte mensual, la actividad económica del país se contrajo -0.6% en septiembre respecto al mes previo, con cifras ajustadas por estacionalidad.

 

De acuerdo con un análisis de Banco base, “las cifras de septiembre del IGAE demuestran que la actividad económica sigue debilitándose y con la mayor afectación concentrada en el sector secundario, que cae a una tasa anual de 3.28 por ciento. Este mal desempeño del sector secundario, particularmente en la construcción y en las manufacturas, presenta un riesgo a la baja para el empleo”.

 

Agregaron que “resulta preocupante el deterioro gradual de las actividades terciarias, que se refleja en un menor crecimiento a tasa anual y caídas mensuales en varios sectores relevantes, como comercio al por menor, al por mayor, servicios de esparcimiento, servicios de alojamiento temporal y preparación de alimentos, servicios de transporte y servicios financieros. De continuar esta trayectoria decreciente de las actividades terciarias en octubre, se elevaría la probabilidad de una contracción trimestral del PIB en el cuarto trimestre del año”.

 

 

Al respecto, los analistas de BX+ prevén un bajo ritmo de crecimiento del PIB al cierre del año. “Si bien se revertirán parte de las afectaciones por las lluvias más fuertes a lo usual, prevalece un entorno de incertidumbre y la economía estadunidense se ha enfriado. La actividad se acelerará en 2026, sujeto a la revisión del T-MEC y a que las tasas de interés reales bajen un poco más, así como derivado de los efectos de la Copa Mundial de Fútbol”.

 

En el caso de Banamex, sus analistas consideran que “las perspectivas para los determinantes del crecimiento económico permiten anticipar que éste registrará una recuperación moderada en los próximos trimestres, en un contexto de elevada incertidumbre”.

 

Particularmente, para el 4T25 mantienen su proyección de un crecimiento trimestral del PIB de 0.3 por ciento. “Sin embargo, las revisiones a la baja a las cifras de enero-septiembre tienen un efecto aritmético sobre la proyección del año en su conjunto, además de que las cifras del IGAE indican un menor dinamismo que el considerado anteriormente al cierre del 3T25, por lo que ahora estimamos el crecimiento del PIB para 2025 en 0.2% (0.4% anterior). La estimación para 2026 la mantenemos en 1.5 por ciento”.

Finalmente, un análisis de Monex señaló: “En los primeros nueve meses del año, la actividad económica cayó a zona de estancamiento, lo cual presiona las expectativas de crecimiento de cierre de año. Además, persiste una fragilidad notable en sectores clave como la construcción y la industria manufacturera. Hacia adelante, la economía mexicana enfrentará un contexto retador, influido por el bajo dinamismo de estos sectores, la incertidumbre asociada a las políticas arancelarias, posibles disrupciones en las cadenas de suministro y un entorno político-económico interno presionado. Considerando lo anterior, para el cierre 2025 estimamos una expansión del PIB de 0.46% anual”.