En las últimas semanas, en todo el país, las olas de calor han sido una constante y encontrar formas de mantener nuestros hogares frescos se ha convertido en una necesidad. No obstante, esto a veces implica gastos inesperados.
“Los fenómenos climáticos nos afectan y cambian la dinámica en nuestros hogares, lo que a menudo conlleva un gasto adicional como comprar ventiladores o aire acondicionado. Sin embargo, es importante considerar también el cuidado del planeta y el espacio de almacenamiento en nuestras casas”, comenta Karla González Montoya, Marketing Manager B2C de Inmuebles24.
Por ello, Inmuebles24 te comparte algunos consejos para refrescar tu hogar sin que esto afecte tu economía ni el medio ambiente.
- Evitar rayos de sol directos
Comprar un aire acondicionado puede garantizar habitaciones frescas, pero implica un aumento significativo en el consumo de energía. Un truco básico para evitar el calentamiento excesivo es bajar las persianas y cerrar las cortinas durante las horas más calurosas del día.
- Crear corrientes de aire
Abrir ventanas y puertas en distintas habitaciones puede ayudar a crear corrientes de aire que refresquen los espacios. Esta es una forma efectiva y gratuita de mantener el hogar más fresco.
- Evitar “hornear” tu casa
Cocinar más de una vez al día o usar el horno puede generar calor adicional en tu hogar. Es recomendable preparar platillos fríos en días calurosos y utilizar la campana de aire cuando sea necesario cocinar. Así, se reduce la generación de calor al interior de la casa.
- Espacios verdes
- Cama fresca
Usar sábanas de textiles naturales y frescos como lino o seda puede hacer una gran diferencia. Guarda las cobijas gruesas para el invierno y disfruta de noches más frescas y cómodas durante el verano.
- Luz que no calienta
Los focos tradicionales son una fuente de calor, pero hoy en día, las luces LED con luz blanca, cálida o de colores permiten iluminar las estancias sin generar calor adicional. Además, no sacrifican el diseño de los espacios.
- Evitar efecto invernadero
Las estancias acristaladas pueden crear un efecto invernadero en tu hogar, concentrando el calor. Para evitarlo, mantén las ventanas de los extremos abiertas para que circule el aire y se reduzca la sensación de bochorno.