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Una estructura organizativa puede ayudar a una prometedora startup a convertirse en una empresa rentable.

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Toda empresa de éxito supera los cimientos sobre los que se construyó. A medida que una empresa se expande, el crecimiento trae consigo una mayor complejidad y la gestión de las operaciones básicas se convierte en su propio reto.

Ivan Ostojić, Chief Business Officer de Infobip, enlistó cinco tips:

  1. Organizarse.

 

Sistemas muy organizados y basados en datos ayudarán a sortear la volatilidad. Invertir en recopilar datos, generar modelos y considerar escenarios brindará las herramientas para gestionar las sorpresas.

 

  1. Asegurarse de que Finanzas y Ventas trabajan como socios.

Los equipos de ventas en empresas en fase inicial se centran en cultivar las relaciones con los clientes y cerrar acuerdos. Esto es crucial en las primeras fases de crecimiento.

A medida que una empresa progresa, es importante evaluar cómo negocian los equipos de ventas y asegurarse de que tienen una perspectiva a más largo plazo.

  1. Pasar del crecimiento a toda costa a la rentabilidad temprana.

Todo el entorno empresarial está cambiando, y los días de crecimiento interminable sin rentabilidad han terminado. En lugar de ello, hay que fijarse el objetivo de ser autosuficiente al tiempo que se desarrolla la actividad principal.

Saber cómo asignar el capital es una de las habilidades más importantes que una empresa puede desarrollar para lograr este objetivo. Las empresas que dispongan de sistemas financieros que les permitan analizar toda la actividad y evaluar las opciones para liberar y reasignar capital estarán mejor posicionadas para innovar.

  1. Los departamentos de Finanzas y RRHH son poderosos impulsores del crecimiento.

 

Adoptar un enfoque estratégico de las finanzas y los RRHH puede ayudar a tomar mejores decisiones empresariales y pasar de las ventas a corto plazo al valor a largo plazo.

 

Es fácil cometer el error de considerar estas funciones como mero cumplimiento. “Una visión expansiva de estos puestos desbloquea el potencial para ayudar a gestionar los retos de ingresos y resolver los problemas de capital humano que exigen una visión expansiva del crecimiento”, señaló Ostojić.

  1. Establecer conexiones entre los equipos desde el principio.

Las empresas prósperas tienen una mentalidad de éxito compartido entre equipos y funciones. Los directivos deben conocer a fondo todos los aspectos de la empresa y participar en equipos interdisciplinarios.