Shannon K. O’Neil, vicepresidenta de Estudios y miembro senior para América Latina en el Consejo de Relaciones Exteriores de Macro Advisory Partners, aseguró que el escenario de la economía global actual, México ha emergido como un actor clave en la cadena de suministro internacional o nearshoring, destacando su competitividad frente a otras potencias económicas, como China.
En un comunicado, Amefibra dijo que O’Neil señaló durante el Fibra Day, celebrado en Nueva York, que México presenta una clara ventaja en cuanto a costos laborales y eficiencia en comparación con China, convirtiéndolo en un destino atractivo para la inversión extranjera, especialmente desde la perspectiva de Estados Unidos.
La conferencista profundizó en el concepto de regionalización frente a la globalización, desmintiendo dos conceptos erróneos comunes. En primer lugar, reveló que la globalización no afectó a todos los países de manera uniforme en las últimas cuatro décadas, con solo unas pocas naciones experimentando una transformación sustancial en sus economías debido al comercio.
En segundo lugar, desmitificó la idea de que las empresas que buscaban expandirse internacionalmente se aventuraban en rincones lejanos del mundo, destacando que la mayoría prefería la proximidad y se dirigía a países vecinos para mejorar sus ganancias y márgenes.
Shannon K O’Neil subrayó la importancia de la regionalización y cómo esta tendencia brinda oportunidades significativas para México debido a sus fuertes lazos con Estados Unidos.
La Inflation Reduction Act (IRS) y el CHIPS Act se destacan como oportunidades que podrían consolidar a México como un actor clave en la industria automotriz y en la cadena de suministro de semiconductores, respectivamente.
Sin embargo, O’Neil enfatizó la necesidad urgente de abordar desafíos críticos, como la inversión en infraestructura, especialmente en el sector de energía y electricidad. La modernización y expansión de la infraestructura eléctrica serán fundamentales para cumplir con el crecimiento proyectado en relación con la relocalización de la manufactura.
En resumen, la ola del nearshoring sigue siendo un factor positivo para México, y la colaboración estratégica entre el gobierno, las empresas y otros actores clave será esencial para capitalizar completamente estas oportunidades económicas.