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En el país, siete de cada diez mujeres que participan en el mercado laboral son madres de familia.

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Al reflexionar sobre la participación económica y la carga de cuidados que recae principalmente en las mujeres que son madres de familia, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) analizó los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) al tercer trimestre de 2022 para conocer las condiciones laborales que enfrentan las mujeres que son madres.

En México, siete de cada diez mujeres que participan en el mercado laboral son madres, quienes generalmente enfrentan peores condiciones laborales que las mujeres sin hijos: 58% de las madres trabajan en la informalidad en comparación con 50% de las mujeres sin hijos. Esto implica que tienen un acceso limitado a seguridad social, enfrentan incertidumbre jurídica y perciben menores ingresos.

 

¿Cuántas madres hay en el mercado laboral?

Las mujeres de 15 años de edad o más que son madres, en promedio tienen tres hijos o hijas. No obstante, su rol como cuidadoras no siempre es compatible con el mercado laboral. Menos de la mitad de las madres (44%) tienen un empleo o están en búsqueda de uno.

Además, tener más hijos puede traducirse en una menor participación económica: 54% de las madres con un hijo tienen un empleo o están en búsqueda de uno, en comparación con 38% de aquellas con cuatro hijos y 27% con cinco hijos o más.

 

Con respecto a la edad, en promedio, las madres con un empleo remunerado tienen 44 años. La mayoría de las madres ocupadas de 15 años o más son mujeres casadas (42%) o en unión libre (20%), seguido de madres solteras (15%) y separadas (11%). Tienden a contar con bachillerato, mismo nivel educativo que el total de mujeres que participan en el mercado laboral.

 

 

Condiciones laborales que enfrentan las madres

De acuerdo con el análisis, en el mercado laboral mexicano, las mujeres son más propensas a trabajar en la informalidad (54%) que los hombres (49%). Sin embargo, esa probabilidad aumenta si son madres (58%) e incrementa en función del número de hijos que tienen. Mientras que la mitad de las mujeres sin hijos están ocupadas en la informalidad, para quienes tienen 5 hijos o más esta proporción aumenta en 34 puntos porcentuales (84%).

La informalidad además penaliza los ingresos, ya que estos tienden a ser menores en comparación con el ingreso que se percibe en un empleo formal. En promedio, las madres que laboran en la informalidad ganan 3,202 pesos al mes, contra 6,267 pesos mensuales que perciben aquellas que están en la formalidad.

Asimismo, el ingreso promedio mensual de las mujeres que son madres disminuye conforme aumenta el número de hijas(os). Las madres que tienen cinco hijos o más perciben un ingreso promedio mensual de 3,793 pesos, lo que equivale a casi la mitad del ingreso mensual de una mujer sin hijos, que asciende a 7,508 pesos al mes.

 

 

¿A qué se dedican las madres en el mercado laboral?

Respecto a los sectores económicos en los que participan las madres en el mercado laboral, se concentran principalmente en dos: comercio (26%) e industria manufacturera (16%). Estos porcentajes son muy similares a los de mujeres sin hijos (24% y 16%, respectivamente).

Mientras que, en el sector de servicios profesionales, financieros y corporativos, solo 6% de las madres participan, en comparación con 11% de mujeres sin hijos. Sin embargo, las madres en el sector de servicios profesionales, financieros y corporativos tienden a estar ocupadas en la formalidad en mayor proporción (72%) que en los sectores de comercio (32%) e industria manufacturera (57%).

Las condiciones que enfrentan las madres en el mercado laboral las hace más propensas a trabajar de manera independiente, ya que les otorga mayor flexibilidad y, por ende, les permite balancear su trabajo con las labores de cuidados. Esto se refleja en que tres de cada 10 madres son trabajadoras por cuenta propia, en comparación con una de cada 10 mujeres sin hijos.

 

Barreras que enfrentan las madres para incorporarse al mercado laboral

Una mujer en promedio dedica 40 horas a la semana a tareas del hogar y de cuidados, mientras que un hombre solo dedica 15.9 horas semanales. Esta situación se acentúa en los hogares con presencia de infantes menores de 6 años, en donde las mujeres aportan 3.4 veces más valor económico por las tareas no remuneradas que realizan a diferencia de los hombres.

En contraste, en los hogares sin niños pequeños, las mujeres aportan 2.4 veces más valor económico. Esto agudiza las brechas de género en el mercado laboral puesto que reduce el tiempo disponible que las mujeres pueden ofrecer en la economía remunerada si así lo desean.

Asimismo, las madres son más propensas a pausar sus carreras profesionales de manera temporal por motivos personales en comparación con los hombres. De acuerdo con una encuesta del IMCO sobre crecimiento profesional con perspectiva de género, 51% de las madres respondieron haber pausado su carrera profesional en comparación con 25% de las mujeres sin hijos. Con respecto a los hombres, esta proporción disminuyó a 20% y 21%, respectivamente.

 

 

Las desigualdades entre mujeres y hombres que existen dentro del hogar se reflejan en el mercado laboral. Por lo que es necesario reflexionar sobre cómo mejorar las condiciones laborales con el objetivo de mejorar la calidad del empleo para ellas.

Esto puede darse a través de políticas que fomenten su participación como promover que las condiciones de los puestos, en especial los de mayor jerarquía, se adapten a sus necesidades, así como promover programas escalonados para regresar al mercado laboral después de la maternidad. Es fundamental garantizar un sistema de cuidados formal corresponsable entre los hogares, el sector privado y el Estado.