Para el próximo año, Morgan Stanley proyecta que la economía global crecerá un 2.2%, pero que "los riesgos son a la baja" cuando se trata de tal perspectiva. Su proyección es incluso más baja que la última estimación de crecimiento del Fondo Monetario Internacional de 2.7 por ciento.
Resaltó la firma que un mercado laboral resistente podría permitir que la economía de Estados Unidos bordeara una recesión en el 2023, pero el ‘aterrizaje no sería tan suave ya que el crecimiento del empleo se desacelera significativamente y la tasa de desempleo continúa aumentando’.
Con respecto a su perspectiva general, observa una inflación máxima en el trimestre actual "con la desinflación impulsando la narrativa el próximo año". Y prevé que la inflación subyacente de Estados Unidos descenderá al 2.9% a fines del 2023 y la inflación general caerá al 1.9 por ciento.
Aunque ve a Estados Unidos evitando por muy poco una recesión, la firma estima que es probable que las economías del Reino Unido y de la zona euro no puedan librarse de ese destino, de acuerdo con una publicación de bolsamania.com.