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Verónica González - 17 Septiembre 2024

La absorción de oficinas clase A alcanza el 87% de los niveles previos a la pandemia, mientras que la tasa de disponibilidad fue de 18.2% en el primer trimestre de 2024.

Alrededor del mundo, diversos municipios con visión a futuro están diseñando estrategias sobre las mejores formas para convertirse en Smart Cities.

El papel de las autoridades locales y las ciudades está experimentando una transformación, en la que cada vez es más común considerarlas como plataformas de servicios. 

El reto es enorme. Está en juego evitar un colapso medioambiental y social sin precedentes a nivel mundial. Para 2050, según un análisis de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), habrá más de 2,000 millones de habitantes adicionales en el planeta, con el 70% asentado en las urbes.

Las personas capaces de crear, generar y sostener solucioanes, acelerarán el desarrollo de las Smart Cities a través de una conexión y clasificación de los datos abiertos.

Todas las ciudades requieren evolucionar en forma permanente para generar esquemas de mayor competitividad y consecuentemente, beneficiar la calidad de vida de su población. Para lograrlo se deben establecer estrategias claras y agendas puntuales.