Ante este escenario, los criterios Environmental, Social and Governance (ESG, por sus siglas en inglés), las certificaciones LEED, WELL, EDGE y Net Zero son herramientas que permiten a los inmuebles reducir la generación actual de 40% de emisiones de huella carbono por su consumo energético.
Esta tendencia ha impactado en años recientes a distintos nichos inmobiliarios, incluido el segmento industrial donde se aplican, a los parques, centros logísticos, inquilinos y proveedores, con distintas acciones basadas en criterios, certificaciones y gestiones que hacen posible enfrentar estas reglas de manera integral.
No se trata de un tema menor. Información del World Green Building Council (USGBC) indica que los nuevos edificios, infraestructura y renovaciones deberán tener en los próximos siete años un 40% menos de emisiones y una operación Net Zero sobre su huella de carbono.
El camino es largo si se considera que, hoy día, en América Latina existen planes de descarbonización, siete políticas de eficiencia energética para edificios en México, Chile y Colombia, además de cinco políticas de eficiencia energética para edificaciones en desarrollo.
Este avance aceleró su adopción con la pandemia; sin embargo, a decir del US Green Building Council, los retos del cumplimiento de los compromisos de la industria se relacionan con el rendimiento de los espacios en función de las emisiones que generan, cómo se mitigan y el valor que crean para los inversionistas.
Criterios sustentables
Las acciones en la materia se enfocan también en la salud, equidad, resiliencia, los recursos y su circularidad. Por ende, México participa junto con Brasil Canadá, Estados Unidos y otros países, en 17 consejos de edificación sostenible integrados a la estrategia 2023-2025 del World Green Building Council.
Más allá de la atención a la reducción de la huella de carbono, los criterios ESG están siendo relevantes en el cumplimiento de las metas.
Fibra Uno, Finsa, Fibra Monterrey, Vinte y Vesta son actores del mercado que han asumido compromisos hacia los inmuebles, cómo los propietarios y proveedores interactúan en un ambiente dotado de políticas ambientales, social print y gobierno corporativo.
La última encuesta desarrollada en 2021 por RHO-Partners sobre el estado del ESG en México, revela que los tres principales obstáculos para su instrumentación son la comprensión del tema, posibilidad de ésta instrumentación y falta de guías, entre otros. Lo anterior es una evidencia de cómo la expectativa enfrenta a la realidad de un sector inmobiliario que en otros segmentos se enfoca en los retos del modelo de trabajo y el uso de oficinas.
La creciente ola sobre el ‘cero consumo energético’ empezó en Estados Unidos hacia 2012, cuando, según el Institute for Building Efficiency, distintos edificios estaban certificados al incorporar acciones para integrar un modelo de construcción y operaciones inmobiliarias que no quemen combustibles fósiles, no produzcan emisiones de carbono e incluso originan su propia energía para compensar su consumo anual.
Mercado |
Inventario |
En construcción |
Disponibilidad |
Absorción |
CDMX |
14 |
0.5 |
130.00% |
292,900 |
Sao Paulo |
3 |
2 |
13.7 |
683,268 |
Monterrey |
8 |
1.16 |
0.5 |
752,746 |
Tijuana |
7 |
0.33 |
0.9 |
165,376 |
Guadalajara |
6 |
0.3 |
0.3 |
16,669 |
Río de Janeiro |
3 |
0.12 |
16.8 |
-94,259 |
Bogotá |
3 |
0.22 |
3.8 |
146,800 |
Buenos Aires |
2 |
0.17 |
7.4 |
36,866 |
San José |
2 |
0.19 |
5.5 |
429,962 |
Panamá |
1.57 |
0.2 |
8.8 |
43,127 |
Desde entonces, la preservación del medio ambiente a través de la automatización, uso de materiales y diseño arquitectónico en los edificios de oficinas públicas y privadas, escuelas y centros comerciales trasciende el control del consumo energético.
Solo en el aspecto ambiental, el modelo de negocio establece lapsos de recuperación en la inversión que llegan hasta 15 años, además de las ventajas del modelo en materia de reducción de consumo energético y la consecuente adquisición de bonos de carbono.
Sin embargo, para el mercado inmobiliario industrial que ha experimentado en los últimos años un crecimiento, encaminarse hacia la descarbonización es una prioridad.
Los criterios ESG dejaron de ser voluntarios durante la pandemia y la internacionalización de inversiones, inquilinos y tendencias como el nearshoring son un paso obligado y sin retorno.
La Ciudad de México y su área metropolitana, Monterrey, Guadalajara y Tijuana participan en el Top 10 de los mercados de mayor peso en la actividad inmobiliaria industrial en América Latina con un inventario creciente de más de 34 millones de m2 de espacios Clase A.
El fenómeno de descarbonización también es relevante si se considera que ante la fuerte demanda creada por el desarrollo industrial que deja el reacomodo en la cadena global de suministros, mercados como Ciudad Juárez, Tijuana, Reynosa y Monterrey experimentan caídas en las tasas de disponibilidad.
La respuesta ha sido el incremento de precios de arrendamiento, de superficie disponible, nuevos proyectos destinados al mercado especulativo que nacen bajo estos criterios.
Texto: Claudia Olguín
Foto: KOMUNIKA / ASECA / FKLT / INDUSTRY SURFER