Por el trabajo, la escuela y todas nuestras actividades cotidianas, pasábamos mucho tiempo fuera de nuestras casas, pero por el confinamiento que ocasionó la pandemia, nos acostumbramos a estar otra vez cerca de nuestras familias y muy metidos en nuestras viviendas.
Esto nos llevó a implementar lo que se denomina Home Office y Homeschool, generando necesidades en los usuarios que ahora demandan amenidades y espacios para poder trabajar, estudiar y convivir en sus viviendas.
La crisis sanitaria nos afectó a todos. En particular, las ventas de vivienda bajaron mucho, porque los demandantes o clientes no estaban seguros de poder conservar sus fuentes de empleo y poder adquirir una propiedad.
La población que necesitaba vivienda y que no podía posponer su decisión de compra, fueron personas con ingresos para acceder a una propiedad de un valor máximo de entre 2 a 2.5 millones de pesos (mdp).
También, en ese contexto, hubo gente que por necesidad tuvo que vender su vivienda y al mismo tiempo había demanda que pudo aprovechar la oportunidad –durante el ciclo de baja de precios– de poder adquirirla, pero que muy probablemente, en algún otro momento, no habría podido comprarla.
Algo importante de mencionar es que el crédito hipotecario siguió disponible, por lo que la gente que conservó su empleo y tuvo la necesidad de una vivienda, pudo acceder a ella a través del financiamiento hipotecario.
Otro gran fenómeno fue que todos tuvimos que aprender utilizar los medios de comunicación digitales, lo que permitió aprovechar todo el tiempo que normalmente perdemos en traslados en la calle y que no ahorramos, para estar más tiempo con nuestros seres queridos.
En estos momentos en los que se está reactivando la economía y parece que volvemos progresivamente a la normalidad, considero que es muy importante que no dejemos a un lado el aprendizaje de convivir con la familia y no dedicarle el tiempo que logramos durante la parte más álgida de la pandemia.
Por todo lo expuesto es que, actualmente, las viviendas se diseñan con más espacios sociales y de oficina, ya que la nueva normalidad no propiciará que regresemos al 100% a la situación similar prepandemia.
Aprendizaje necesario
Un aprendizaje importante que nos dejó el Covid-19, es que tenemos que mejorar día con día nuestros conocimientos tecnológicos, porque nos ayudarán a poder enfrentar este nuevo mundo.
Sin estos conocimientos, será cada vez más difícil competir con todas las demás empresas y negocios. Por ejemplo, en la nueva realidad es importante conocer y usar las redes sociales como instrumentos de venta, si no lo hacemos será muy difícil llegar al consumidor para tener el mismo impacto y desplazamiento de ventas que teníamos anteriormente.
Para finalizar, considero que algo que debemos tomar en cuenta en nuestras vidas, es el poder ayudar a los demás, por lo que es importante tratar de participar en programas sociales. Poner en práctica el altruismo nos permitirá a nosotros mismos vivir en un mundo mejor.
En lo personal, es recomendable hacer ejercicio, considerando el tiempo que hemos pasado en casa. Necesitamos distraernos, dedicarles tiempo a nuestros hobbies y no dejar de lado nuestra salud física y mental.
Texto:Carlos Minvielle, Director de proyectos de MGI grupo inmobiliario y miembro suplente del consejo de administración de BanBajío
Foto: INTERIOR DESIGN / FERNANDO ESPINOSA DE LOS MONTEROS / ALTON HOME / H / ADOBESTOCK