México ha aprendido mucho de sus crisis. En el mercado hipotecario de la banca en particular, tiene excelentes prácticas que otros países imitan; es un mercado que supo aprovechar bien su madurez cuando enfrentó la crisis de 2009, y que se reflejó a través de carteras muy sanas gracias a las adecuadas prácticas de riesgos que se aplicaron.