En el vino, como en la vida, siempre hay paralelismos. El Valle de Napa es la región vitivinícola más importante de Estados Unidos, mientras que el Valle de Guadalupe lo es de México. Las dos regiones hermanadas reúnen a más de 5 millones de visitantes cada año.
La industria del vino en México tuvo un auge en Baja California desde 1980, cuando esta actividad despegó y alcanzó su mayor auge en los noventa, a tal grado que es considerada como la principal ruta del vino mexicana, ya que la vid es el frutal más importante de esta zona, donde se produce cerca del 90% de la producción nacional, la cual goza de reconocimiento y valoración en mercados nacionales e internacionales.
El pasado fin de semana, se llevó a cabo una gira bilateral de gobierno y de legisladores para visitar el Valle de Napa, en la que participó una delegación de productores vitivinícolas de México junto con la gobernadora electa, Marina del Pilar Ávila.
Como parte de la agenda económica de la nueva gobernadora, se llevaron a cabo sesiones con los titulares de distintos organismos que integran al sector vitivinícola de la región, en las que participaron la Napa Vintners Association, Napa Green y Napa Valley Wine Institute, en la que participó Visit Napa Valley, agencia de turismo del Valle de Napa, y los senadores de Estados Unidos, Ben Hueso y Bill Dodd.
Temas diversos
Aunque el Valle de Guadalupe cuenta con programas de viabilidad ecológica a la región, el talón de Aquiles ha sido su implementación para convertirlos en instrumentos económicos para el desarrollo de la zona.
Parte de la gira de trabajo estableció la realización de diversas mesas de trabajo para ambas regiones, e intercambiar experiencias de procesos, prácticas sustentables y regulatorias en los valles de Ensenada y que han sido implementadas con éxito en el Valle de Napa.
En las mesas también participó la Asociación de Vitivinicultores México-Americanos (MAVA), en donde se habló de la importancia de la migración, su impacto a la producción vitivinícola y las alianzas para las dos regiones y el intercambio de promoción de los vinos de cada zona.
Por su parte, Marina del Pilar Ávila dijo que se apoyará al sector vitivinícola bajacaliforniano mediante un esquema de protección a la vocación agrícola de sus valles, así como la implementación de las mejores prácticas ambientales y de uso de agua para colocar al vino de Baja California para impulsarla hacia una competitividad internacional.
A su vez, la gobernadora electa invitó a los representantes de Napa Valley a que se sume como región vitivinícola en el 43º Congreso Mundial de la Viña y el Vino a realizarse en octubre del 2022 con sede en Baja California.
Por México participaron Hans Backhoff, Presidente del Consejo Mexicano Vitivinícola; Santiago Cosío Presidente de Provino Baja California; Víctor Segura Presidente del Consejo Estatal de Productores de Vid de Baja California; Fernando Pérez Castro representante de Por Un Valle de Verdad y vocero del Comité de Desarrollo Vitivinícola, entre otras personas.
Cabe señalar que la industria vitivinícola representa un pilar en la economía y cultura en la región noroeste de México, y en Baja California tiene su mayor auge debido a las características geológicas y climáticas que permiten la producción de vinos de alta calidad en Norteamérica.