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El reto en vivienda social no es cuánto cuesta o cuántos metros cuadrados construir, sino en dónde se encuentra, explicó el arquitecto chileno Alejandro Aravena , quien subrayó que la clave está en la localización.

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Dijo que se trata de lograr que las familias puedan vivir en barrios insertos en las redes de oportunidades, que son las que generan valor y calidad de vida.

El experto internacional en proyectos de infraestructura, transporte, espacio público y vivienda, resaltó la importancia de la localización de la vivienda para mejorar la calidad de vida de las personas.

Aravena destacó en un comunicado la importancia de la flexibilidad en el diseño arquitectónico para que las casas se adapten a las necesidades específicas de la familia. De esa manera, el diseño arquitectónico se convierte en parte toral para la implementación de políticas de vivienda que tienen como eje el desarrollo urbano sustentable. “Vivimos en la era de las ciudades, son imanes de ideas, conocimientos, capital y masa crítica; son la solución a largo plazo, un atajo a la equidad”, expresó.

Para el experto, la vivienda debe seguir cinco condicionantes de diseño como parte intrínseca de la ciudad, que no pueden ser resueltas por el habitante: localización, esquema urbano, estructura para tamaño final, núcleos de servicio y ADN para la clase media.