El concepto consiste en la creación del surtido perfecto mediante el uso de la innovación social y la voz del cliente antes que el producto esté finalizado; con las herramientas de visualización de merchandising en 3D se pueden maximizar la selección de productos basándonos en los objetivos de cada establecimiento y teniendo en cuenta la perspectiva del cliente.
En el proceso, se combina el entorno físico y el digital para ofrecer así a los consumidores el acceso a una mayor información de producto y más opciones de producto a través de productos configurables que cobran vida gracias a modelos interactivos en 3D.
Las soluciones en 3D ofrecen una mejor gestión de la variedad de productos y planificación de espacio, con ello, los productos y las marcas se pueden organizar y ofrecer una experiencia de usuario más completa y provechosa, ofreciendo la solución.
La visualización en 3D logra conseguir que los productos cobren vida en smartphones, tablets o pantallas conectadas, y crean así una experiencia de compra innovadora en la propia tienda u on-line.
Por último, se tiene que ofrecer una solución de planificación que permite a los comercios al por menor entregar el producto adecuado al consumidor adecuado y en el tiempo preciso, con apoyo desde el pedido a la entrega.
“Con las soluciones que mencionábamos, los equipos de diseñadores, vendedores y responsables de tienda pueden colaborar en tiempo real para revisar y validar la variedad de productos y su colocación. También supervisar las instalaciones o la señalización. De esta manera incluso pueden dar un primer paseo viviendo lo que experimentará el consumidor”, afirma.
La colocación de los productos se sustenta en métricas relacionadas con el precio de cada producto, su margen, colores o materiales. Mediante estas tecnologías se obtienen planos de forma automática para que puedan guiar a los equipos de las tiendas. El resultado general es un desarrollo mejor y más rápido para que las tiendas sean más atractivas y rentables.
Por otro lado, My Retail Theatre premite a los consumidores configurar sus productos de una forma personalizada desde casi cualquier dispositivo. Así la compra se convierte en una experiencia personalizada a través de elementos visuales con calidad fotorealista.
Esta solución, que tiene una dinámica web, posibilita que los usuarios interactúen con los productos para diseñar su propia elección. La tecnología que lo sustenta permite que vean de forma virtual y con tan solo unos clics cuál será el resultado: selección de materiales, colores, rotación del producto, entre otras opciones.
Una vez que está plenamente configurado el producto, los clientes pueden guardar el diseño o compartirlo en redes sociales para pedir opinión a sus amigos. Los retailers actuales van más allá de la compra; quieren construir una relación sólida con sus consumidores al tiempo que amplían su conocimiento sobre lo que de verdad quieren y mientras más consensuado está un producto, mayor aceptación tendrá.
Para lograr el éxito, los retailers deben contar con las herramientas que permitan la personalización y que cuenten con capacidades de renderizado de calidad y compatible con cualquier tipo de dispositivo móvil.
Las marcas utilizan estas tecnologías digitales para establecer una conexión más personal con sus clientes. Los minoristas, por su parte, validan los diseños de las tiendas mediante maquetas inmersivas en 3D y diseños completos de los productos, para poder simular los pasillos, la iluminación o la señalización. Así se comprueba la visión que tendrá el consumidor cuando entre en la instalación física.
En el futuro, en la tienda encontraremos solo unos pocos artículos físicos y todas sus variedades de color o texturas serán digitales y accesibles mediante soluciones 3D y pantallas 3D. Tendremos una especie de espejo mágico para probarnos, de manera virtual, un vestido.
También habrá escáneres 3D para combinar como queramos los elementos de un nuevo par de zapatos. Se podrán utilizar la información de las últimas compras para recomendar a amigos o asegurarnos de que no compramos algo parecido a lo que ya tenemos. Tendremos sensores que nos permitirán saber qué chaqueta nos quedará mejor, afirma el especialista.
Los minoristas deben encontrar la mejor manera de conectar e interactuar con los clientes y crear productos que deseen comprar pero sin que la tecnología cobre mucho protagonismo.
Con información de Pinker Moda y www.3ds.com/es/