Buscar una casa o departamento en renta no solo depende del presupuesto o la urgencia: El momento del año en que se alquila puede hacer una gran diferencia en el precio y las condiciones del contrato.
Invierno: Menos competencia, más oportunidades
Entre octubre y marzo, la actividad en el mercado de renta tiende a bajar. El frío, las vacaciones y la continuidad del año escolar hacen que menos personas se muden, y eso juega a favor de los inquilinos.
Durante esta temporada, los propietarios suelen ofrecer descuentos, meses gratis o condiciones de arrendamiento más flexibles para evitar tener las propiedades vacías. Enero, en particular, es considerado uno de los mejores meses para conseguir una buena oferta, ya que muchos dueños recién anuncian sus inmuebles después de las fiestas decembrinas.
Verano: Más opciones, pero precios más altos
Por el contrario, la temporada alta de alquileres va de abril a agosto, con su punto más intenso en junio y julio. El buen clima, las vacaciones y el cierre del ciclo escolar impulsan una ola de mudanzas que eleva tanto la demanda como los precios.
¿Y qué otros factores hay que considerar?
Más allá de las estaciones, hay otros elementos que pueden alterar o reforzar estas tendencias:
* Ubicación: En zonas con alta rotación (como las cercanas a universidades), los picos estacionales son más marcados. En suburbios o zonas rurales, la demanda suele ser más estable durante todo el año.
* Economía local y nacional: Si el costo de vida aumenta o hay menos oportunidades laborales, es probable que las personas busquen mudarse a zonas más asequibles, incluso fuera de la temporada tradicional.
* Regulaciones y oferta: Cambios en las leyes de vivienda o el desarrollo de nuevos complejos pueden modificar la dinámica del mercado y abrir oportunidades inesperadas.
¿Qué conviene más?
Lo importante es tener claro qué necesitas, qué puedes pagar y estar atento a las oportunidades de acuerdo con la zona y la época del año.