Factores como la saturación en el norte del país, los desafíos energéticos en la región centro y el reposicionamiento de cadenas globales mediante procesos de relocalización (nearshoring) han hecho de estados como Yucatán un foco de interés para la inversión logística, manufacturera y comercial.

Durante los primeros nueve meses de 2024, México registró una Inversión Extranjera Directa (IED) por un total de 35,732 millones de dólares, según datos oficiales.

Bajo este panorama, Yucatán se ha destacado como un destino emergente en sectores como manufactura avanzada, logística, energía y servicios especializados.

Este dinamismo ha sido acompañado por el anuncio y desarrollo de diez nuevos parques industriales en la entidad, así como una creciente participación del estado en las estrategias de relocalización de cadenas de valor.

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Factores como la disponibilidad de capital humano técnico, políticas públicas orientadas al desarrollo y una infraestructura energética estable, han contribuido a generar un entorno propicio para la inversión.

Ante este escenario, surgen desarrollos de terrenos industriales como Storas, ubicado al oriente de Mérida con el objetivo de atender la creciente demanda de espacios industriales funcionales, en una zona con fundamentos sólidos para el crecimiento económico.

Su modelo de desarrollo contempla entregas escalonadas entre 2027 y 2030. La primera etapa estará conformada por más de 400 terrenos de tamaño medio, orientados a operaciones logísticas ligeras; las etapas posteriores incluirán lotes de mayor superficie, adecuados para manufactura, almacenamiento y centros industriales de alta capacidad.

El proyecto contempla servicios como energía eléctrica a pie de terreno, urbanización de alto nivel y uso de suelo mixto, lo cual favorece la implementación de centros de distribución, instalaciones logísticas o desarrollos industriales con vocación patrimonial.