Por ello la invasión de viviendas deshabitadas se ha convertido en una problemática creciente en México, reflejo de un problema estructural que afecta al mercado inmobiliario y a la seguridad patrimonial de miles de propietarios.
Las causas de este fenómeno varían según la entidad y van desde problemas económicos y migración hasta inseguridad, falta de infraestructura, equipamiento urbano y lejanía a los centros de trabajo. Estas condiciones han favorecido la ocupación ilegal de inmuebles por parte de personas con necesidad de vivienda, organizaciones sociales e incluso grupos delictivos.
Acciones legales ante una invasión inmobiliaria
Para recuperar un inmueble invadido, se deben seguir los siguientes pasos:
Verificar la propiedad: Contar con el título de propiedad a nombre del dueño y, en caso necesario, regularizarlo con un notario.
Liquidar impuestos pendientes: Resolver adeudos de predial o servicios.
Presentar una denuncia penal: Acudir ante las autoridades correspondientes para reportar la usurpación ilegal.
Asesoría legal: Contratar un abogado que inicie las acciones legales y un juicio de desalojo.
Recopilar pruebas: Obtener fotografías, videos y testimonios de vecinos para sustentar la denuncia.
Prevención: Clave para evitar invasiones
- Mantener la vivienda ocupada o bajo vigilancia.
- Instalar sistemas de seguridad como cámaras y alarmas.
- Mantener contacto con los vecinos para detectar actividades sospechosas.
- Mantener en orden la documentación y pagos de impuestos de la propiedad.
Los inmuebles en venta, en remodelación o de propietarios que radican en otras ciudades son los más vulnerables a la invasión ilegal. "Esto afecta los derechos de las personas, degrada las comunidades y disminuye la plusvalía de los inmuebles, por lo que es fundamental garantizar su protección", concluye Vargas.