En México, la cultura de prevención a través de seguros aún tiene un largo camino por recorrer. De acuerdo con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), sólo el 5.5% de las viviendas cuentan con algún tipo de protección, dejando a millones de familias vulnerables ante desastres naturales como huracanes o sismos.
Sin embargo, esta falta de prevención no solo afecta a propietarios, sino también a inquilinos, quienes enfrentan riesgos cotidianos sin contar con el respaldo adecuado.
Diego Llano, cofundador de la empresa mexicana MoradaUno, explica: “Los seguros de hogar y responsabilidad civil no son exclusivos de los propietarios; los inquilinos también necesitan proteger sus bienes y cubrirse ante posibles incidentes. Por ejemplo, una llave de agua mal cerrada puede causar una inundación que afecte a otras viviendas y provocar disputas de responsabilidad”.
En países como Estados Unidos, este tipo de protección es obligatorio. El llamado Renters Insurance cubre tanto al propietario como al inquilino por los daños causados por accidentes o negligencias, incluyendo la protección de los bienes personales de cada uno.
Rodrigo de la Fuente, gerente de Canales Alternos en Allianz, enfatiza la importancia de este tipo de soluciones: “El seguro de arrendamiento es una herramienta práctica y transparente que protege el patrimonio de quienes rentan, fomentando una mayor cultura de prevención en el país”.
Con iniciativas como esta, México da un paso importante hacia una mayor protección tanto para propietarios como para inquilinos, promoviendo relaciones más seguras y armoniosas en el mercado inmobiliario.