El sector inmobiliario enfrenta grandes desafíos ante el cambio climático, el crecimiento desordenado de las ciudades, la contaminación y la exigencia de mejorar la calidad de vida de las personas.
Lo anterior ha llevado a la industria a hablar con mayor frecuencia de la sostenibilidad; sin embargo, no en todos los casos hay realmente prácticas que soporten las aseveraciones de compromiso con el medio ambiente o el bienestar social.
Bajo este contexto, se está viendo cada vez más la aplicación de soluciones basadas en la naturaleza para reducir las emisiones de carbono, hacer un uso eficiente de los recursos como el agua y la energía, asegurar el acceso a servicios básicos y mejorar la eficiencia energética en los desarrollos residenciales.
A continuación, Infiniti te presenta los cinco desafíos fundamentales en los cuales todo desarrollo inmobiliario que se ostente como sostenible debe enfocarse y qué iniciativas se están implementando en la actualidad para abordarlos:
- Garantizar el acceso a agua potable de forma eficiente, reduciendo el impacto en la red urbana. Este es uno de los grandes retos para cualquier proyecto inmobiliario, pero hacerlo de manera sostenible implica ir más allá. Dado que una vivienda tiene múltiples demandas hídricas, un manejo conveniente comienza por suministrarla de forma que se garantice su consumo, tratamiento reúso y evite el desperdicio. Por lo tanto, un desarrollo comprometido con la sostenibilidad debería abastecer este vital líquido de cuatro formas distintas (en lugar de una): agua potable suavizada, agua caliente centralizada híbrida-solar, agua purificada para consumo humano y agua tratada.
En México, donde el 63% de las personas considera que el agua del grifo no es segura para beber, el uso de agua embotellada es uno de los más altos a nivel mundial, con un consumo promedio de 282 litros por persona al año. Sin embargo, el impacto ambiental de producir, transportar, reutilizar y desechar botellas y garrafones de plástico es enorme.
Otra solución clave es la implementación de sistemas de tratamiento de aguas residuales para reutilizar el agua en tareas como el riego de áreas verdes o el uso en inodoros, lo cual es fundamental, considerando que solo el 14% del agua residual en México es tratada.
- Asegurar el abastecimiento de electricidad para satisfacer las necesidades actuales y futuras, impulsando el uso de fuentes de energía limpias. El acceso a fuentes de energía limpias es crucial para reducir la huella de carbono de las viviendas. Nuestro país es uno de los que cuenta con mayor radiación solar en el mundo, lo que ofrece un potencial inigualable para aprovechar la energía solar a través de paneles fotovoltaicos. Implementar sistemas de energía solar interconectada disminuye la presión sobre la red eléctrica. Además, reduce los costos para los usuarios, especialmente en zonas como el sureste del país, donde el alto uso de aire acondicionado eleva considerablemente el consumo energético.
Aunado a lo anterior, una de las metas de la Estrategia Nacional de Electro Movilidad encabezada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, es la introducción de por lo menos 500 mil vehículos ligeros durante el periodo de 2019 a 2030, por lo que se espera que la movilidad eléctrica gane terreno rápidamente en los próximos años y la necesidad de contar con cargadores para vehículos eléctricos alimentados con energía limpia en los desarrollos también se acrecentará.
Por otra parte, ante el aumento en la electrificación de las viviendas, es importante contar con un sistema de respaldo eléctrico mediante plantas de emergencia, tanto en las áreas comunes como privadas.
- Apuntalar la seguridad de los habitantes mediante tecnologías avanzadas que eviten el uso de fuentes menos eficientes y de riesgo. Una vivienda sostenible no solo debe optimizar el uso de energía, sino también debe ser segura. La eliminación de fuentes de energía como el gas, que representa un riesgo en muchos hogares, es una tendencia en alza. Las calderas centrales híbridas (solar/gas) para el suministro de agua caliente son una alternativa segura y eficaz, que no solo reduce el riesgo de accidentes, sino que también disminuye considerablemente el consumo de energía.
Además, las cocinas con parrillas de inducción eléctrica eliminan el uso de gas en los hogares, lo que mejora la seguridad y contribuye a una reducción en el consumo energético global.
Para enfrentar estos desafíos, la arquitectura bioclimática se está convirtiendo en un aliado esencial.
El uso de materiales como aislantes térmicos y cristales duovent reduce la carga térmica de los edificios hasta en un 30%, lo que disminuye la necesidad de aire acondicionado y hace que las viviendas sean más frescas de forma natural.
Asimismo, los huracanes y otros fenómenos hidrometeorológicos han aumentado en intensidad, lo que deriva en inundaciones severas que ponen en riesgo la vida y el patrimonio de las personas.
Conforme al último atlas de inundación generado por Conagua de 2019, existen 94 municipios con niveles de riesgo “muy alto” y “alto” por épocas de lluvias y ciclones. Para prevenir inundaciones en áreas vulnerables, es esencial implementar sistemas de drenaje pluvial que incluyan estrategias como la elevación del nivel de desplante, la construcción de pozos de absorción y de vasos reguladores.
- Contribuir a mejorar la calidad de vida y el bienestar de sus habitantes. La sostenibilidad no solo se trata de reducir el impacto ambiental, sino de mejorar la calidad de vida de los habitantes.
Esto se logra creando espacios que aprovechen al máximo las zonas habitables, fomenten la interacción social y proporcionen acceso a áreas verdes con vegetación nativa.
Ofrecer una solución para cada uno de los retos mencionados anteriormente requiere de compromiso con la sostenibilidad y colaboración con expertos en cada tema. Un claro ejemplo es Infiniti Mérida, un desarrollo de Proarquitectura que busca ser el primer proyecto residencial en México en operar bajo la certificación EDGE Carbono Cero, impulsada por el Banco Mundial y el U.S. Green Building Council. Este proyecto promete un ahorro del 60% en energía y del 20% en agua, demostrando cómo la tecnología y las soluciones basadas en la naturaleza pueden integrarse para reducir las emisiones de carbono sin sacrificar la comodidad ni la calidad de vida de los residentes.
Estos proyectos no solo ofrecen un futuro más limpio y seguro, sino que también se alinean con las nuevas demandas de los consumidores, quienes buscan viviendas más eficientes, seguras y respetuosas con el entorno.