Se le conoce como salarios emocionales a las retribuciones económicas que ofrecen las empresas a sus colaboradores, basadas en las necesidades personales de éstos. Según JLL, las empresas están fijando su atención en la reconfiguración de los espacios de trabajo para adaptarlos a los requerimientos de sus empleados.
Hoy en día, el salario económico y las prestaciones de ley dejaron de ser los únicos atractivos de la fuerza laboral; ahora, los colaboradores valoran la flexibilidad, los días libres y el equilibrio entre la vida personal y laboral.
Arturo Bañuelos, director ejecutivo de Proyectos y Desarrollos de JLL México, señaló: “Los espacios de trabajo están experimentando una transformación significativa en el país. Las salas de lactancia, los faith rooms, las salas de juego están ganando terreno”.
Empresas como Pfizer, por ejemplo, han incorporado espacios de lactancia, convirtiéndose en un referente ante la UNESCO para incentivar a otras empresas a comprometerse con acciones que promuevan la equidad.
“Más allá de ser solamente espacios laborales, son entornos que ofrecen beneficios y comodidades adicionales a los colaboradores […] Las empresas que reconocen el valor de estos salarios emocionales están generando un impacto positivo en la vida de sus empleados y, a su vez, obteniendo beneficios en términos de productividad y retención de talento” finalizó Bañuelos.