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Muchos estadounidenses luchan con la asequibilidad de la vivienda y sienten que faltan al menos 3 o 4 años para ser propietarios de una; el 20% dice que nunca sucederá y el 56% cree que no puede obtener una hipoteca.

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Actualmente, la asequibilidad de una vivienda está tan fuera del alcance de los estadounidenses que 2 de cada 5 piensan que necesitarían ganar la lotería para convertirse en propietarios, según una encuesta realizada por OnePoll para Divvy Homes a 2 mil personas que no son propietarias de una casa actualmente.

De los encuestados, solo el 53% confía de alguna manera en que algún día podrá ser dueño de su propia casa. Además del 40% que piensa que ganar un premio mayor de lotería es su mejor oportunidad de ser propietario de una casa, uno de cada cuatro (26%) cree que necesitaría heredar dinero de alguien para tener una casa. Uno de cada cinco (19%) incluso dijo que tendría que casarse con alguien rico.

En general, el estadounidense promedio piensa que le tomaría entre 3 y 4 años pagar una casa, y un tercio cree que le tomaría 5 años o más. Otro 20% estima que nunca podrá comprar una casa.

La encuesta también reveló que a casi 6 de cada 10 (57%) personas que no son propietarias les resultaría difícil pagar una casa en su vecindario actual. A pesar de eso, el 67% todavía tiene esperanzas sobre la posibilidad de algún día ser dueña de una casa, arriba de 5 veces más que la cantidad de personas que se describieron activamente sin esperanza (12%). Otro 19% se describe a sí mismo como frustrado y otro 11% se siente desesperado.

 

Los compradores estadounidenses potenciales están buscando alternativas a la financiación hipotecaria tradicional.

 

Sobre los posibles compradores, pesan mucho los cambios en la dinámica del mercado y el aumento de las tasas de interés. Mientras que más de la mitad (52%) cree que el mercado inmobiliario actual es inestable, el 46% cree que las cosas se estabilizarán en los próximos 2 a 5 años y el 17% siente que el mercado nunca volverá a niveles estables y asequibles.

Los encuestados creen que necesitarían ganar un promedio de 76 mil dólares al año para pagar una casa inicial y que requerirían al menos 45 mil dólares en ahorros para pagar el pago inicial de su primera vivienda. Casi la mitad de los encuestados (44%) están dispuestos a conseguir un segundo trabajo o un trabajo secundario para acercarse a su objetivo de ser propietarios de una vivienda.

El tamaño ideal del pago inicial sería, en promedio, el 8% del precio total de compra, lo que haría que su casa ideal valiera menos de 570 mil dólares. Aquellos que sueñan con comprar una casa en los próximos años priorizan pagos mensuales asequibles (69%), que la casa sea del tamaño adecuado (39%) y que la ubicación sea ideal para las necesidades de su familia (37%). No obstante, el 56% piensa que se les negaría si intentan solicitar una hipoteca ahora mismo.

 

"Los compradores potenciales están buscando alternativas a la financiación hipotecaria tradicional o están atrapados esperando un alivio de las tasas y precios en aumento que hacen que muchos de ellos alquilen y queden excluidos de la propiedad de vivienda. Hay tantos factores que ejercen presión a la baja sobre el poder adquisitivo de un propietario potencial (tasas de interés altas, falta de oferta, aumento del costo de vida) que la vivienda inicial parece estar al borde de la extinción", indicó Adena Hefets, cofundadora y directora ejecutiva de Divvy Homes.

 

De los encuestados que actualmente alquilan, al 47% le preocupa que los precios de las viviendas se vuelvan cada vez más caros antes de que puedan permitirse el lujo de comprar. Desperdiciar el dinero en el alquiler también se consideró uno de los mayores inconvenientes de no ser propietario de una vivienda entre el 46% de los encuestados, además de sentirse incómodo por la estabilidad de su situación de vida a largo plazo (41%) y ver cómo aumentan las tasas de interés antes de que puedan permitirse comprar (34%).

La asequibilidad es un problema general: el 63% de los encuestados dijeron que a menudo tienen dificultades para llegar a fin de mes, sobre todo por el alto costo de vida (69%) y al aumento de la inflación (56%).

"El proceso hipotecario tradicional se diseñó en la década de 1940, cuando la norma era un solo sostén de familia con un ingreso estable W-2. El sistema no ha cambiado, aunque la forma en que trabajamos, vivimos y formamos familias es radicalmente diferente. Pero los jóvenes que compran hoy a menudo carecen de largos periodos de historial de ingresos y cada vez son menos asalariados, trabajan como contratistas, trabajadores temporales o autónomos", agregó Hefets.

La mayoría de los aspirantes a compradores de vivienda sienten que la propiedad de su hogar siempre está fuera de su alcance, que el Sueño americano de la propiedad de la casa se está desvaneciendo y que se necesitaría suerte, circunstancias extraordinarias o un cambio serio en el proceso hipotecario para hacer posible que sean dueños de una casa en el clima económico actual, finalizó el análisis.