En los últimos 12 años, las ciudades mexicanas han experimentado una disminución de la oferta de vivienda nueva, al pasar de aproximadamente 900 mil viviendas en el 2008, a cerca de 300 mil en el 2021, en respuesta a los ajustes demográficos, institucionales, de oferta de crédito y valoración del producto y zonas inmobiliarias, entre otros.
No obstante, durante los próximos años seguirán apareciendo diferentes modelos de negocios inmobiliarios, además de que la demanda de vivienda por parte de la población no se detendrá, lo cual exigirá soluciones cada vez más inteligentes de parte de todos los actores involucrados en el desarrollo urbano, incluyendo los sectores arquitectónicos, constructivos y de la valuación.
Un ejemplo de ello se observa en el transporte, un elemento clave en la planeación urbana, donde “el tipo de movilidad ha favorecido diferentes formas de urbanización, al pasar de aquella con un enfoque en el peatón, en el modelo multi-transporte y el orientado al vehículo, hasta modelos de mínima movilidad en zonas de usos mixtos con alta densidad de servicios”, indicó Mauricio Domínguez, director de Data en Tasvalúo.
Y junto con el desarrollo de las ciudades, se encuentra la evolución de las formas de construcción, de tal manera que la arquitectura se ve en constante reinvención a partir de las nuevas necesidades de espacio, funcionalidad y economía.
Muestra de ello es la reducción del tamaño de prototipos de viviendas verticales que se ha experimentado desde hace varios años, tendencia que resulta de la alta competencia por el espacio en zonas céntricas, turísticas y de negocios, así como la creciente necesidad de vivienda y la aparición de nuevas tipologías de hogares y familias.
Otras tendencias que destacó la empresa mexicana valuadora incluyen al nuevo minimalismo arquitectónico, la automatización e inteligencia de hogares, el uso de materiales reciclados como contenedores y otras estructuras, así como la incorporación de nuevos modelos de negocio inmobiliario de espacios en venta, renta o híbridos.
Por lo que, en el contexto global, las ciudades se orientan a la integración de aspectos tecnológicos a sus sistemas urbanos. Muestra de ello, son las Smart Cities que buscan a través de la interconexión y uso de tecnologías de vanguardia optimizar el funcionamiento del transporte.
Asimismo, el uso eficiente de los recursos energéticos e hídricos, mejorar la planeación municipal, así como el impulso de espacios públicos, sociales y comerciales; en síntesis, buscan atender las necesidades de la población mediante la mejor interacción de los ciudadanos con los sistemas a través de la tecnología.