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Reducen las compras adicionales, buscan un nuevo trabajo o uno secundario y exploran un nuevo lugar para alquilar.

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Para hacer frente a la inflación y los aumentos de los alquileres, los jóvenes inquilinos estadounidenses ya están haciendo concesiones y considerando cambios adicionales, según los resultados de una encuesta de la inmobiliaria Grubb Properties.

Más de la mitad (51%) de los participantes informó que experimentó un aumento de la renta el año pasado, con un crecimiento promedio del 30%. De estos inquilinos, menos de uno de cada diez (7%) dijo que tenía los recursos para cubrir el incremento sin cambiar su estilo de vida.

 

La ‘Encuesta sobre el estado de los jóvenes inquilinos estadounidenses’, se aplicó a mil inquilinos estadounidenses de entre 22 y 35 años para medir su respuesta al desafiante entorno económico.

 

 

El 93% restante planea tomar medidas o ya lo ha hecho, sobre todo reduciendo las compras adicionales (54%), buscando un nuevo trabajo o uno secundario (39%) y explorando un nuevo lugar para alquilar o vivir (35%).  Casi uno de cada cuatro (22%) consideraría usar sus tarjetas de crédito para cubrir el alquiler.

Aproximadamente uno de cada cinco (17%) pediría ayuda a un amigo o familiar con el alquiler, mientras que el 12% pensaría en agregar un compañero de cuarto para ayudar a sufragar los costos y el 7% estaría dispuesto a vender su automóvil.

 

 

"En Estados Unidos, los jóvenes inquilinos se enfrentan a un mercado inmobiliario extremadamente limitado en la oferta, lo que ha hecho que sea más difícil encontrar departamentos accesibles en lugares deseables", expresó Todd Williams, director de inversiones de la inmobiliaria.

Agregó que se cuestionaron ¿cómo los inquilinos de la generación Z y la generación millennial se están adaptando a esta realidad económica actual? Por lo que su investigación muestra que están tomando medidas y negociando despidos según sea necesario.

Si los alquileres subieran hasta el punto de que los inquilinos jóvenes necesitaran mudarse, considerarían medidas más agresivas: un 40% se mudaría a un departamento pequeño y menos costoso, mientras que un 36% haría las maletas y se cambiaría a un área geográfica  barata. Uno 19% consideraría regresar a casa con sus familiares.

 

 

Vida ecológica-urbana y mascotas

Estos inquilinos no están dispuestos a ceder en sus prioridades ambientales. Un 82% estuvo de acuerdo en que los edificios eficientes en energía y respetuosos con el medio ambiente son al menos algo influyentes en su decisión sobre dónde alquilar, mientras que el 40% afirmó que son extremadamente muy influyentes.

De manera similar, el 64% está algo de acuerdo en que la proximidad al transporte público es importante en el proceso de decisión de alquiler. Un 75% está de acuerdo en que es importante vivir en un entorno cerca de tiendas, restaurantes y lugares de entretenimiento.

 

Esto hace que sea aún más crítico que se construyan más viviendas a precios asequibles para estos jóvenes inquilinos en vecindarios urbanos y conectados.

 

Otro compromiso que los jóvenes no están dispuestos a hacer es renunciar a su mascota. Del 74% de los encuestados que tienen una mascota, la mayoría (58%) estuvo de acuerdo en que no importa cuánto aumente el alquiler, nunca consideraría un edificio sin mascotas.

 

Inflación, a la cabeza de preocupaciones financieras

Cuando se les pidió que clasificaran sus preocupaciones financieras, el aumento de los precios de los bienes fue citado por el 30% de los encuestados como la principal, seguido de los aumentos de alquiler (25%), la falta de ahorros (20%), la seguridad laboral (15%) y el pago de préstamos estudiantiles (10%).

Según los inquilinos jóvenes, los alquileres más altos también dificultan la búsqueda de un nuevo departamento. Cuando se les preguntó qué tan fácil o difícil sería encontrar un departamento en su rango de precios, el 64% dijo que sería un poco difícil.