Los espacios inmobiliarios para uso industrial, comercial, hoteles, oficina, así como instituciones educativas han tomado un giro después de la emergencia sanitaria por Covid-19, puesto que los inquilinos demandan espacios más automatizados, que brinden una mejor experiencia,comodidad y seguridad.
Un análisis de Carlos Gómez, analista en Intercam Casa de Bolsa, expone cómo cada segmento de los bienes raíces están transformándose ante esta nueva realidad post pandémica.
El sector industrial, indica, vive una coyuntura por las cadenas de suministro, puesto que la demanda de espacio logístico ha aumentado considerablemente, lo que ha subido las rentas y mantenido a tope la ocupación, dada la cercanía con Estados Unidos, una de las economías más grandes del mundo.
No obstante, el especialista considera que “es un sector que no ha evolucionado en décadas. Ahora, la automatización y la accesibilidad a la red eléctrica es muy importante, lo que ha encarecido la tecnología y la tierra. De igual manera, los materiales de construcción han triplicado su valor, por lo que desarrollar es ineficiente”.
Por lo que las oportunidades que surgen son “adquisiciones y digitalización de edificios industriales, junto con una demanda resiliente y alta competencia en los próximos años”.
El negocio de almacenamiento, por su parte, se ha beneficiado de las disrupciones sociales y por tener ubicaciones cercanas a la demanda y seguir las tendencias urbanas, así como incrementar sus tarifas por arriba de la inflación, ante el crecimiento del comercio en línea, por lo que se espera ver un mayor auge en este tipo de espacios.
Mientras que el rubro comercial está encaminado en mejorar la experiencia del visitante, ya que los consumidores ahora exigen espacios abiertos, entretenimiento y seguridad. Así, los cambios deben ser oportunos.
“Los centros comerciales se han adaptado rápido y la ocupación ha respondido mejor de lo esperado. De igual manera, las alianzas con empresas para ser centros de distribución last mile es una oportunidad”, dijo el especialista.
En el segmento hotelero se observa la recuperación para los localizados en las ciudades con vocación industrial, pero en la de negocios sigue deprimida la demanda, mientras los de playa por mayor turismo local.
“Ahora, los viajeros hacen estancias más prolongadas y a lugares más cercanos. Además, buscan nuevas y mejores experiencias, por lo que las Fibras deben innovar sus costumbres y productos”, dijo Carlos Gómez.
En las oficinas todavía hay una baja ocupación y mucha inversión no institucional, lo que conlleva una sobreoferta.
“Los inquilinos ahora demandan flexibilidad en los espacios por los constantes cambios tecnológicos (instalaciones eléctricas móviles y calidad del aire, entre otros). Asimismo, seguramente veremos más oficinas con certificación EDGE e integradas con proptech que mejorarán el bienestar y la eficiencia de los empleados”, indicó el analista de Intercam.
Por ello, considera que los Fibras que más rápido hagan esta evolución en sus espacios, serán las que más pronto vean mejores resultados.
Anticipa que aunque algunas oficinas se reconvertirán en viviendas u otros como clínicas de salud, la demanda corporativa irá en aumento hasta regresar a su nivel ideal en unos años.
Los fideicomisos de inversión en bienes raíces del ramo educativo, añade el analista en su nota, deberán ser más analíticos en las adquisiciones y entender las dinámicas de largo plazo del negocio.
“Ahora, los alumnos quieren instalaciones más entretenidas y cómodas, por lo que las Fibras deben modernizar sus edificios y equiparlos”, concluyó Carlos Gómez.