Con dos elementos principales, el mercado Real Estate en España vive un nuevo aliento. Por un lado, están los principales emisores de activos, como inversores internacionales o grandes fondos.
Por otro lado, están los compradores o arrendadores nuevos, mismos que regularmente son parejas, familias jóvenes o ejecutivos de alto nivel adquisitivo que buscan espacios inmobiliarios, pero en zonas ‘prime’ que cuenten con amplios servicios o una funcionalidad diferente.
Ahora, el nuevo enfoque está en transformar espacios industriales, talleres o antiguas fábricas, para hacerlos departamentos habitables. Lo anterior supone un gran reto, sin embargo “los resultados son espectaculares y el inmueble se revaloriza considerablemente”, destaca Ignacio García Milla, quien ha creado un nuevo perfil inmobiliario especializado, que se enfoca en buscar un hogar determinado para un cliente específico.
Lo anterior es debido a la falta de suelo en algunas de las principales ciudades del mundo, lo que ha impulsado que una gran parte de los participantes del brokeraje inmobiliario de alto perfil se estén enfocando por la adquisición de edificios o espacios industriales abandonados para diseñar nuevos hogares.
Las opciones que antes eran inimaginables, ahora son toda una posibilidad, ya que garajes, granjas, aviones, trenes o incluso iglesias, se están transformando en viviendas atractivas con un toque arquitectónico distinto.
“El sistema inmobiliario en España está más acostumbrado a construir de forma masiva que a dar una nueva vida a edificios ya existentes. Sin embargo, en años recientes, el mercado ‘prime’ es el que más está enfocando sus esfuerzos hacia el reciclaje inmobiliario, porque representa una importante fuente de beneficios a pesar de la inversión inicial”, asegura García-Milla.
Para los brókers, también tienen elementos novedosos de comercialización. Ya que un inmueble de paredes de materiales visibles, y con gran altura, están resultando atractivos para los clientes. Los techos de doble altura, grandes galerías, o los amplios lucernarios que filtraban en su momento la luz a zonas de trabajo y almacenamiento, están siendo redescubiertos para convertirse en atractivos lofts.
No solo eso: están los pisos originales antideslizantes o muros de piedra que mantienen la temperatura interior y que desde su inicio, hace décadas, contenían elementos para aislar el ruido de las factorías, que son atractivos para dar más confort al nuevo habitante.
Con lo anterior, las opciones se multiplican:
“No solo las fábricas se convierten en viviendas; cada vez hay más clientes que nos piden diseñar el hogar de sus sueños en una antigua granja, molinos, caballerizas, salas de conciertos o iglesias. Ahora la exclusividad emerge de la singularidad del inmueble original, y ese valor añadido es lo que ahora está buscando el cliente”, agrega García-Milla.
Aunque la reconversión inmobiliaria se está llevando a cabo en los centros históricos de las grandes ciudades, también hay casos que renuevan pueblos o casas de campo. Ejemplo de ello es la increíble transformación en viviendas que vive la iglesia de Tas, en Sopuerta, una localidad de Las Vizcaínas, que llevó a cabo el estudio de arquitectos Garmendia&Cordero.
“Hay espacios que un día nacieron con una función y que con el tiempo han quedado desfasados, pero que ofrecen posibilidades increíbles si se cambia su uso. A mí me gusta hablar de rehabitar y no solo de rehabilitar”, dice por su parte Carlos Garmendia.
Garmendia reconoce que no es fácil conseguir autorización para este cambio, pero al final, se construye sin asumir riesgos, tomando en cuenta solo costo y beneficio; además que reciclar estos edificios singulares, junto con su historia, ayuda a mantener la identidad de una ciudad por un lado, y por otro, crear espacios diferentes y mejores.
Laura Navarro,
La CEO del estudio Dröm Living, Laura Navarro, afirma por su parte que los buscadores de estos espacios apuestan por edificios donde buscan además “huir de lo habitual”
La arquitecta afirma que uno de sus proyectos fue la reconversión de una antigua cuadra en la que caben dos viviendas de 400 metros cada una y que fue una fábrica de muebles, después un taller mecánico y posteriormente un estudio de grabación.
“Son edificaciones únicas y llenos de historia, en las que han pasado muchas cosas y que hoy, gracias a este reciclaje inmobiliario tienen otras muchas otras historias que contar a futuro”, explica en un despacho de ABC de España.