Una combinación entre pragmatismo e instinto llevó a Estonia a desarrollar un gobierno electrónico a partir de 1990, poco después de que el país se separara de la Unión Soviética. Aunque los estonios no persiguieron un futuro digital, pensaron que la idea sería moderna. Su sentido común les dijo que sería mejor gastar sus recursos limitados en servidores y redes, en lugar de realizar grandes edificios o palacios gubernamentales.
La columna vertebral del gobierno inteligente de Estonia se llama X-Road, un sistema de intercambio de datos que transporta información de manera instantánea y segura entre miles de bases de datos. Se estima que X-Road ahorra más de 820 años de tiempo de trabajo para esa nación y sus ciudadanos cada año. Actualmente más de 900 organizaciones y empresas la utilizan.
X-Road también es una plataforma altamente segura para transmitir datos cifrados con la precisión y la precisión de un reloj fino. En ese país, todos los ciudadanos tienen una identificación digital segura que se utiliza para una variedad infinita de transacciones: desde usar transporte público hasta la firma de documentos oficiales.
Información sobre los impuestos ciudadanos, multas de tráfico, transferencias de tierras, educación, registro de votantes, atención médica y finanzas se almacenan en bases de datos separadas y encriptadas. No se puede compartir un dato sin el conocimiento y permiso de cada ciudadano. Ellos deciden si quieren que su dentista vea la información de su cardiólogo, su dermatólogo o cierto psicoterapeuta.
Además, la tecnología Blockchain está incorporada en todo el sistema, lo que hace imposible mover o alejar datos sin dejar un rastro digital, además de estar firmada, sellada y encadenada para salvaguardar su integridad.
Por ejemplo, cuando nace un niño, el hospital ingresa la información en su base de datos, que está vinculada al registro nacional de población y a su vez, con diversos sistemas de gobierno que asegurarán que el niño reciba beneficios sociales como una atención médica integral y su acceso a la educación.
El manejo de esta data permite además que en tres minutos se pueda presentar una declaración de impuestos en ese país, ya que los formularios están precargados; con un clic basta. Si se va a un médico, se puede recargar una receta a través del teléfono celular.
Desde la perspectiva de Estonia, X-Road cumple los tres requisitos básicos de una plataforma de intercambio de datos segura y práctica:
Los datos deben ser fácilmente accesibles para usuarios y organizaciones autorizados.
Se debe mantener la integridad de los datos. Ningún tercero puede realizar cambios en la información.
Los datos deben permanecer confidenciales durante el trayecto de descarga a otros referentes. Se protege a los ojos de personas no autorizadas.
La ironía, por supuesto, es que la confianza en la tecnología digital aumenta a medida que disminuye la confianza en el gobierno tradicional. Aunque actualmente los estonios confían en su sistema, ésta confianza no fue automática.
"Ganas la confianza a través de la práctica y la ejecución. No se trata solamente de estar conectado. Necesitas entregar valor todos los días. Creemos que un canal digital proporciona más precisión, conveniencia, transparencia y confianza, pero tenemos que demostrarlo", afirma ce Linnar Viik, cofundador de la Academia de Gobernanza electrónica de ese país en entrevista con smartcitiesworld.net
La primera parte del proceso de creación de confianza es la propiedad de los datos. “En Estonia, todos poseen sus datos. Esto no es propiedad del gobierno. Este es el concepto fundamental. Significa que puedo dar mis datos al gobierno y puedo devolverlos. Decido quién puede ver mis datos y quién no", afirma Viik.
La tercera parte del proceso involucra a la honestidad: "Si estoy conduciendo y la policía me detiene y ellos verifican el estado de mi licencia de conducir y el seguro de mi auto, recibiré una notificación de que mi información fue consultada junto con el nombre del oficial de policía que me detuvo" explica.
Bien pudiera el nuevo Gobierno Federal aplicar algunas de estas ideas, ahora que está de moda la honestidad del gobierno y su búsqueda de adelgazamiento de la burocracia.