La seguridad operacional es uno de los pilares que determinan la calidad y confiabilidad de un aeropuerto. En México, cumplir con los estándares que establece la autoridad aeronáutica no solo garantiza operaciones seguras para pasajeros y aerolíneas, sino que también fortalece la competitividad del país en el ámbito internacional.
La certificación, otorgada por la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), verifica que la infraestructura, los procedimientos y los equipos de un aeropuerto cumplen con los requisitos necesarios para realizar operaciones aéreas bajo estándares de seguridad reconocidos globalmente. GAP fue el primer grupo en México en certificar el 100% de sus aeródromos en 2019, y actualmente es uno de los dos operadores del país que mantiene este cumplimiento en todos sus aeropuertos.
Durante 2025, además de PVR y LMM, también renovaron su certificación las terminales de Morelia, Guanajuato, Aguascalientes, Mexicali y Manzanillo, lo que confirma el trabajo continuo del grupo para mantener procesos actualizados, mejorar su gestión de riesgos y asegurar operaciones confiables año con año.
Puerto Vallarta es un ejemplo del compromiso continuo con la operación segura. Fue el primer aeropuerto de GAP en certificarse y hoy suma tres renovaciones consecutivas, después de demostrar que su infraestructura y procedimientos cumplen con lo requerido para operar aeronaves sin riesgos. Al cierre de noviembre, la terminal registró 6.2 millones de pasajeros, un aumento del 2% respecto a 2024 y con un crecimiento de dos dígitos en el mercado nacional.
Los Mochis también mantiene un desempeño sólido desde su primera certificación en 2017. La renovación vuelve a confirmar la solidez de sus procesos en seguridad y mantenimiento. De enero a noviembre de 2025 atendió a 648 mil pasajeros, un crecimiento del 23% frente al año previo, impulsado por mejoras operativas y modernización en su infraestructura.