Caída en la obra pública frena la inversión en construcción durante 2025
De enero a agosto de 2025, la inversión en construcción mantuvo un desempeño negativo, afectada por la fuerte caída de la obra pública y la limitada capacidad de la inversión privada para compensar el retroceso del sector.
En agosto, la inversión en construcción descendió 1.5% mensual y 7% anual, con cifras ajustadas por estacionalidad. Ambos componentes del sector mostraron contracciones: la construcción residencial cayó 1.4% y la no residencial 2.1%, de acuerdo con el Indicador Mensual de la Formación Bruta de Capital Fijo (IMFBCF) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Con cifras originales, la inversión en construcción disminuyó 7.4% anual, resultado de una fuerte contracción de 17.9% en la inversión no residencial. Aunque la inversión residencial creció 8.6%, este avance no fue suficiente para revertir el impacto negativo de la reducción en la obra pública.
En el acumulado de los primeros ocho meses del año, la inversión total en construcción se redujo 5.9% respecto al mismo periodo de 2024. El desempeño del sector continúa marcado por la debilidad de la inversión no residencial, que retrocedió 16.4% anual, principalmente por el ajuste en el presupuesto destinado a obra pública. En contraste, la inversión residencial —impulsada por la iniciativa privada— aumentó 7.9% en el mismo lapso.
Un análisis de Banco Base indicó que “esto refleja el impacto negativo de la incertidumbre por las reformas constitucionales en México aprobadas en la segunda mitad de 2024, en particular las reformas para eliminar organismos autónomos y la reforma del Poder Judicial. A esto se suma la incertidumbre por la política comercial proteccionista de Donald Trump y las dudas sobre el futuro de la relación comercial entre México y Estados Unidos. Otro factor clave de la caída de la inversión en construcción no residencial, es el menor gasto público en infraestructura física en el primer año de la administración actual”.
Opinan en Monex que “el gasto en construcción continuó mostrando debilidad, en particular el componente no residencial que acumula trece meses de retrocesos”.
Sobre la inversión, en Banorte consideran que “la apuesta para la reactivación viene de los proyectos de obras públicas que continúan en marcha en el 4T25. No obstante, la perspectiva de la inversión privada también es positiva…”.