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Las nuevas construcciones incorporan materiales verdes, certificaciones LEED y tecnologías de eficiencia energética, marcando un antes y un después en la industria.

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El mercado inmobiliario en Estados Unidos está experimentando una transformación profunda. La durabilidad ya no es el único criterio que define la calidad de una construcción: ahora, la sostenibilidad marca el nuevo estándar. Materiales ecológicos, tecnologías de eficiencia energética y certificaciones ambientales se han convertido en elementos indispensables para cualquier desarrollo moderno.

 

De acuerdo con datos de GlobeNewswire, el mercado de materiales de construcción “verdes” alcanzó un valor estimado de 111 mil millones de dólares en 2023, y se proyecta que supere los 357 mil millones hacia 2033, lo que confirma que la edificación sostenible no es una tendencia pasajera, sino una nueva regla de juego.

 

Los pilares de la construcción sostenible

Las nuevas edificaciones buscan ser más responsables con el entorno, sin comprometer el confort ni la eficiencia. Entre sus características destacan:

  • Materiales con bajo impacto ambiental. El uso de madera certificada, productos reciclados y materiales de bajo carbono reemplaza a elementos nocivos como el asbesto o los derivados del petróleo.
  • Eficiencia energética y automatización. Cada vez más inmuebles incorporan sensores de consumo, sistemas inteligentes y paneles solares que reducen el desperdicio de energía.
  • Certificaciones verdes. Sellos como LEED o BREEAM, antes opcionales, hoy se han convertido en requisito para muchas nuevas construcciones.

 

 

Impacto en el mercado

El cambio hacia la sostenibilidad ha reconfigurado los valores del sector:

  • Inversión inicial más alta, menor costo operativo. Aunque los materiales sostenibles pueden elevar el presupuesto, el ahorro energético y de mantenimiento compensa en el largo plazo.
  • Mejor valorización de activos. Las propiedades con estándares verdes se venden o rentan con mayor rapidez y a precios superiores.
  • Demanda creciente. Los inversionistas y compradores buscan cada vez más proyectos certificados o con buen desempeño ambiental.
  • Incentivos financieros. Constructoras y desarrolladores sostenibles acceden a créditos preferenciales y regulaciones más flexibles.

 

El mercado inmobiliario estadounidense ha entendido que la sostenibilidad no solo protege al planeta: también mejora la rentabilidad, eleva el valor de los activos y genera confianza a largo plazo. En una época marcada por la conciencia climática, construir verde ya no es una elección, sino una necesidad.

 

Con información de e-consulta.com