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El Ferrocarril Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (FIT) redefine el papel logístico del sur-sureste de México al conectar los océanos Atlántico y Pacífico. Con más de 300 km de vías modernizadas, impulsa el comercio, genera empleos y fortalece el desarrollo social y urbano en comunidades históricamente marginadas.

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El Istmo de Tehuantepec, esa estrecha franja de tierra que conecta los océanos Atlántico y Pacífico, ha sido durante siglos un cruce estratégico natural. Hoy, se reposiciona como un eje logístico de escala nacional e internacional gracias al Ferrocarril Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (FIT), una de las obras más ambiciosas de infraestructura ferroviaria del México contemporáneo. Pero más allá de su impacto comercial, el FIT está actuando como un potente motor de desarrollo social.

 

Con 307 kilómetros de vía modernizada entre Salina Cruz, Oaxaca, y Coatzacoalcos, Veracruz, el FIT redefine el papel del sur-sureste del país en la economía nacional. Esta zona, históricamente rezagada en términos de conectividad, empleo y servicios, comienza a transitar hacia un nuevo paradigma de integración y bienestar. El proyecto, liderado por el gobierno federal en colaboración con empresas como ABCD Arquitectura, ha generado más de 20 mil empleos directos e indirectos, con un enfoque prioritario en la contratación local.

 

La modernización ferroviaria ha sido acompañada por una serie de acciones complementarias que fortalecen el tejido social y urbano de la región. Municipios como Juchitán, Tehuantepec, Ixtepec, Matías Romero, Acayucan y Minatitlán han sido beneficiados con obras de pavimentación, mejora en el alumbrado público, redes de agua potable y rehabilitación de espacios comunes.

 

 

Además, las estaciones del FIT se han convertido en nuevos nodos urbanos, acercando servicios de salud, educación y comercio a comunidades antes marginadas.

 

 

El impulso no se limita a la movilidad. A través de los Polos de Desarrollo para el Bienestar (PODEBIS), el FIT fomenta ecosistemas económicos locales: Cooperativas, mujeres emprendedoras, talleres de producción y redes de jóvenes capacitados en logística y mantenimiento ferroviario. Así, el tren no solo transporta carga; también mueve oportunidades.

Continúan las obras

Actualmente, muy avanzadas se encuentran las obras de construcción que completarán el Tren Interoceánico, que se espera sean inauguradas y puestas en operación en su totalidad el primer semestre del 2026 con la conclusión de la Línea K que lleva más del 65% de avance; las obras de construcción de patios, laderos y la Vía de Penetración Roberto Ayala-Dos Bocas de la Línea FA, así como todos los Polos del Bienestar.

 

 

La Línea K, que unirá Ixtepec, Oaxaca, y Ciudad Hidalgo, Chiapas, está en proceso de rehabilitación, misma que contempla trabajos en sus 459 km de vías; en 427 puentes ferroviarios; en más de 600 obras de drenaje y 14 estaciones.