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La inversión en construcción registró en agosto la contracción mensual más importante en lo que va de 2024.

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Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revelaron que en agosto el gasto del sector construcción registró una contracción de -4.0% respecto a julio, para ser la contracción mensual más importante en lo que va de este año.

 

Al considerar las cifras originales, la formación bruta de capital fijo en la construcción reportó una contracción de -6.1% en agosto respecto al mismo mes del año previo.

 

De esta manera, en los ocho primeros meses de 2024 la inversión en construcción acumula un crecimiento de 7.5% en comparación con el periodo similar del año previo, lo que no es malo. Sin embargo, si comparamos con el crecimiento de 20.8% de todo el año pasado, vemos un desempeño que es casi una tercera parte de lo que fue el 2023.

En las cifras originales se observó una contracción en agosto de -1.1% anual en la inversión de construcción residencial y de -8.7% en la no residencial. En el acumulado de enero-agosto se observa un repunte de 5.3% y 9.1%, respectivamente.

 

Señalaron analistas de Monex que observaron “un panorama mixto en la inversión fija, ante fuerte declive en el componente de construcción. A su interior, en su comparación anual, el rubro no residencial presenta 3 meses de contracción, mientras que la inversión residencial ha moderado su descenso”.

 

En Banorte, sus analistas consideran sobre el futuro de la inversión en el sector construcción que “la entrega del Paquete Económico 2025 por la SHCP –con fecha límite el 15 de noviembre– permitirá: (1) Mayor precisión sobre cuáles serán los proyectos de infraestructura prioritarios al inicio de este sexenio; (2) los montos de dichas obras; (3) la reorganización de las finanzas públicas ante las promesas de consolidación fiscal; y –más importante aún– (4) que la inversión privada establezca proyectos alrededor de éste”.

 

 

Por su parte, en Citibanamex opinaron que “hacia adelante, proyectamos que la inversión seguirá desacelerándose, debido en parte a los efectos de las altas tasas de interés, la finalización de las obras insignia de la administración anterior, la incertidumbre sobre las perspectivas políticas en el contexto de las elecciones presidenciales en Estados Unidos y el cambio en la administración federal”.