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El desplome en el ritmo de construcción de las obras de infraestructura en México no ha logrado ser compensado por el repunte de la edificación, moderando considerablemente el ritmo de crecimiento de la industria de la construcción en su conjunto en los tres primeros trimestres de 2024.

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La industria de la construcción acumuló de enero a septiembre un crecimiento de 6.3% respecto al mismo periodo del año previo, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

 

A lo largo de 2024 el sector de la construcción ha mantenido un ritmo de crecimiento positivo, un ritmo que supera tres veces lo que crece la economía en su conjunto. Sin embargo, se observa una clara desaceleración respecto a lo observado en 2023 y muestra una gran pérdida de fuerza.

 

Por ejemplo, en todo el año 2023 se reportó un crecimiento del sector de 15.6%, pero ha venido perdiendo fuerza.

De enero a marzo el ritmo de crecimiento ya era de 10.7% a tasa anual, de enero a junio se ajustó a 10.1% pero de enero a septiembre ya solo fue de 6.3% en su comparativo anual.

Las cifras del INEGI muestran que en el tercer trimestre de 2024 se ha presentado una fuerte desaceleración del sector, que corresponde al periodo postelectoral, reflejando el tradicional ciclo sexenal.

Tradicionalmente, durante un año electoral el gasto público se ejerce con intensidad en el periodo previo a la elección y una vez que se lleva a cabo, disminuye el gasto público, sobre todo en materia de infraestructura.

 

En gran medida, esta fuerte desaceleración obedece al desplome de la construcción de obras de ingeniería civil que en todo 2023 crecieron 78.7%, mientras que en los tres primeros trimestres de 2024 apenas avanzaron 2.3% en forma anual.

 

Por su parte, aunque la edificación ha repuntado, no ha sido suficiente para impulsar toda la actividad. Todo el año pasado creció 5.4% y de enero a septiembre de 2024 avanza 8.4% en su comparativo anual.

Ahora bien, el moderado repunte de la edificación de vivienda y la construcción de parques industriales encabezan ese repunte, que contrasta con el descenso en la actividad de las obras de infraestructura insignia de la administración federal que culminó.

Recientemente conocimos el reporte de inversión en el sector construcción al mes de agosto, donde se observó como la inversión en construcción residencial repunta, pero en contraste, la no residencial perdió mucha fuerza.

 

 

Aunque a mediano plazo se prevé un nuevo repunte por la intención del nuevo gobierno federal en construir un millón de viviendas y duplicar la construcción de vías de ferrocarril respecto al sexenio anterior, todo ello llevará su tiempo de planeación y ejecución.