La renovación de una propiedad, ya sea para habitarla o venderla, es crucial tanto por su funcionalidad como por su valor estético y económico.

Con solo mejorar la infraestructura básica, como la plomería, electricidad y estructura, se garantiza un espacio seguro y funcional, mientras que los toques estéticos, como la pintura y acabados, hacen que el inmueble sea más atractivo para potenciales compradores o más cómodo para vivir.

Oscar Montoya, gerente general de Materiales San Cayetano, comentó para Real Estate Market & Lifestyle sobre la importancia de la planeación antes de embarcarse en cualquier proyecto de remodelación, reparación o construcción de un hogar.

"El error común en México es iniciar obras sin un plan claro, lo que resulta en mayores costos a largo plazo", explica. La planeación es clave para definir el objetivo de la obra y ajustar el presupuesto a los recursos disponibles.

Una recomendación esencial es priorizar las estructuras básicas de la vivienda: plomería, electricidad, impermeabilización y estructura. "No tiene sentido enfocarse en lo estético si los sistemas internos no están en buen estado, ya que esto podría generar problemas a futuro", señala Montoya.

Si el objetivo es habitar la propiedad, es importante asegurarse de que las instalaciones funcionales estén en perfecto estado. Por otro lado, si se planea vender, se recomienda invertir en la apariencia, con renovaciones en baños, cocinas y fachadas, que suelen ser áreas clave de interés para los compradores.

Finalmente, Montoya aconseja a los propietarios trabajar con materiales de calidad para evitar problemas posteriores: "Lo barato puede salir caro. Es mejor invertir en productos certificados para evitar futuros costos por fallas o reemplazos".

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