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Durante el primer semestre de 2024 la inversión en construcción mantuvo un ritmo de crecimiento positivo, pero experimentó una desaceleración respecto a la expansión que se observó en el mismo periodo de 2023. Se observa un repunte moderado en la inversión residencial y desaceleración importante en la no residencial.

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En junio, en particular, tomando en cuenta las cifras mensuales (desestacionalizadas) se observó una contracción de la inversión en el sector construcción de -3.2% respecto a mayo, lo que significó la interrupción a meses consecutivos de alza.

Al interior del sector, los 2 subcomponentes que lo integran mostraron notable deterioro: el gasto residencial se contrajo -4.64% mensual, para ser su segunda caída en el año; mientras que la inversión no residencial moderó ligeramente su descenso a -2.9% mensual.

 

Las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revelaron que de enero a junio del año en curso, la inversión fija bruta en construcción creció 11.0 a tasa anual, considerando cifras originales.

 

Durante el primer semestre de 2023 la inversión en el sector construcción creció 17.9% a tasa anual y mantenía una tendencia ascendente por lo que en el cierre de todo el ciclo anual (enero-diciembre) se registró un ritmo de crecimiento de 20.8%, lo que muestra la desaceleración que se presentó a lo largo de la primera mitad de 2024 y que probablemente se profundizará en el segundo semestre.

 

También, las cifras del INEGI muestran una fuerte desaceleración en la inversión no residencial, debido a que solamente crecieron 15.3% en el primer semestre de 2024 a tasa anual, a diferencia de todo el año 2023 cuando repuntaron 38.3% anual. En contraste, la inversión residencial, que durante todo el año pasado se contrajo -1.9%, de enero a junio de 2024 creció 5.4% a tasa anual.

 

En Banco Base, sus analistas opinan que la inversión en el sector está siendo afectada por “el menor gasto público que impacta la construcción no residencial, previo a la entrada de la nueva administración. Considerando estos puntos, es probable que los datos de inversión del segundo semestre sigan mostrando deterioro”.

Agregaron que la incertidumbre por el cambio de gobierno y la probable aprobación de reformas constitucionales afecta la construcción residencial y no residencial (que incluye construcción del sector industrial).

 

Consideran en Monex que “hacia adelante, observamos que el rubro de la construcción presenta un panorama retador ante el cierre de obras del sexenio; por lo que serán claves los anuncios de nuevos proyectos hacia la nueva gestión de gobierno”.

 

Seguimos anticipando una mayor desaceleración del gasto en obras de ingeniería civil conforme se van completando obras insignia del gobierno federal.