La ampliación de 22 km de la Autopista Pátzcuaro-Uruapan de cuota, en el tramo Zirahuén-Zirimícuaro, se lleva a cabo con una inversión de 1,200 millones de pesos (mdp) para beneficiar a 1,390,000 habitantes de 6 municipios, y generará 1,040 empleos directos y 3,300 indirectos.
Las obras, entre Zirahuén y el entronque Zirimícuaro, permitirán que la vía pase de una autopista tipo A2 a una de tipo A4, con 2 carriles de circulación por sentido, 14 pasos vehiculares inferiores, un puente, 4 puentes canales, un puente inferior peatonal, 3 entronques y 2 pasos inferiores de ferrocarril.
El tramo está ubicado entre los municipios de Salvador Escalante y Ziracuaretiro, Michoacán, y concluirá en diciembre próximo. Dicha ampliación y de otro que iniciará en octubre tendrán una inversión conjunta de 7,700 mdp y 87 km, dijo la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).
La ampliación de la Autopista Pátzcuaro-Uruapan impulsará el desarrollo de la actividad turística y económica de la región y disminuirá el número de accidentes por rebase, mejorará la conectividad entre el puerto de Lázaro Cárdenas, Uruapan y Morelia con los estados de Jalisco, Guanajuato y Querétaro.
Las obras de ampliación consideran tres etapas que comprenden una inversión total de 9,200 mdp. La primera, ya en operación, la conforma el tramo Pátzcuaro-Zirahuén, de 25 km y una inversión de 1,500 mdp. La segunda la integra el tramo que hoy se puso en marcha, Zirahuén-Zirimícuaro.
Y la última etapa incluye el tramo Uruapan-Nueva Italia, de 65 km y 6,500 mdp, tendrá 10 puentes, 7 pasos superiores ganaderos, 16 pasos inferiores ganaderos, 4 entronques, 9 pasos superiores vehiculares, 24 pasos vehiculares inferiores y 2 pasos inferiores de ferrocarril, iniciará en octubre y concluirá en julio de 2026.
En otro momento, el secretario de la SICT, Jorge Nuño Lara, aseguró que la sostenibilidad, planeación y mantenimiento son conceptos que tienen una estrecha relación con una buena planeación de las obras de infraestructura, a fin de optimizar el uso de los recursos materiales y financieros.
Además, minimiza y mitiga los impactos socioambientales que logra un desarrollo sostenible de las carreteras de México. Añadió que una vez creado el patrimonio vial, debe ser sostenible mediante un mantenimiento eficiente, eficaz y regular, para que los beneficios que brinda la infraestructura vial no disminuyan.
Las carreteras son el principal activo de la nación: potencian el bienestar y son medulares para el crecimiento y el desarrollo económico, por lo que mantenerlas en buen estado es una condición necesaria. “Promover el mantenimiento y contar con una infraestructura más resiliente que soporte los efectos del cambio climático debe ser un objetivo de política pública”.