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La inversión pública en infraestructura no ha sido suficiente para impulsar una recuperación de la industria, que hasta abril sostiene un pobre crecimiento.

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La industria de la construcción acumula de enero a abril de 2023 un modesto crecimiento de 1.0% respecto al mismo periodo del año previo, muy por debajo del promedio de la economía en su conjunto.

El pobre desempeño se explica por la contracción de -1.6% anual en la edificación, que es el segmento más castigado de la industria de la cosntrucción al depender fundamentalmente de inversión privada.

Por el contrario, el mayor impulso en los primeros 4 meses del año proviene de la construcción de obras de ingeniería civil que repuntó 13.3% anual, al responder al estímulo del gasto público en las obras de infraestructura insignia del gobierno federal.

Finalmente, los trabajos especializados para la construcción repuntaron 2.4% de enero a abril, en términos anuales.

 

 

En abril, en particular, la industria de la construcción presentó una contracción mensual de -2.0%, para ser el tercer mes con caídas de los 4 que se han reportado en 2023. Por su parte, en cifras originales (variación anual), en abril también presentó una contracción de 2.0% respecto al mismo mes del año anterior.

En términos mensuales la construcción presentó su peor caída mensual desde junio de 2021 y determinó una contracción anual de 1.74%, interrumpiendo una tendencia de 5 meses consecutivos de expansión anual.

 

Analistas de Banorte consideran que “la construcción debería mantener una tendencia más favorable, en nuestra opinión impulsado en parte por el nearshoring”, sobre todo por la construcción de nuevas fábricas.

 

Los analistas de la institución financiera hicieron referencia a que las noticias del sector siguen aludiendo a cierto dinamismo. Por ejemplo, “el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, aseguró en un foro recientemente que los beneficios del nearshoring podrían estar subestimándose debido a que muchos planes están en marcha, pero no se anuncian, o porque los anuncios preliminares no incluyen todo el potencial de inversión que consideran”.

La inversión sigue siendo el Talón de Aquiles de la industria de la construcción y en tanto no repunte de manera firme, el desempeño del sector seguirá muy acotado y dependiendo de la inversión en infraestructura.