Río de Janeiro, Brasil, apuesta por incrementar el uso de energía solar y eólica marina, además de biogás e hidrógeno, para lograr la neutralidad en carbono para 2045, pero el país requiere altas inversiones.
Daniel Lamassa, subsecretario estatal adjunto de energía de la Secretaría estatal de energía y economía del mar, menciona que están creando un marco regulatorio para la transición energética.
Es un proyecto de ley que está en su etapa final de concepción y que dará las pautas para alcanzar la neutralidad de carbono para 2045, dijo en entrevista con Bnamericas.
Además, conforman un grupo de trabajo centrado en el hidrógeno para analizar con los productores y compradores las soluciones destinadas a optimizar y lograr que el mercado sea una realidad.
En cuanto a la energía solar, Río de Janeiro está en el noveno lugar en generación distribuida entre los estados brasileños, con cerca de 700 MW de potencia.
Tienen 9 proyectos de generación eólica marina en trámites ante el regulador ambiental Ibama frente a las costas del estado, con una capacidad instalada total de casi 28 GW y una inversión de 80,000 mdd durante los próximos 10 años.
Desafortunadamente, dijo el funcionario, no todos estos proyectos se materializarán porque algunos se superponen, pero esperan que al menos 3 fructifiquen, por lo que serían 30,000 mdd en inversiones.
Las ventajas que ofrece Río de Janeiro para los proyectos eólicos marinos son: una gran infraestructura portuaria, mano de obra de la industria de hidrocarburos que el sector eólico marino usará y cercanía con los principales centros de consumo, Minas Gerais y São Paulo, lo que reduce los costos de la transmisión de energía.