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Un punto clave es la venta y el uso de nuevos y mejores materiales para construir, como los amigables con el medioambiente. 

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Atender el mercado de la autoconstrucción en México es clave para paliar el rezago de vivienda que existe, pues entre cinco y siete viviendas que se construyen en el país se hacen con recursos propios, mientras que los créditos hipotecarios de los institutos públicos cubren solo un 30 o 40% de la demanda.

Así lo señaló Óscar Montoya, director general de Materiales San Cayetano, en entrevista con esta casa editorial, en la cual mencionó que la atención también implica el uso de nuevos y mejores materiales para construir, como los amigables con el medioambiente. 

 

La autoconstrucción es la actividad en la cual las familias, con o sin ayuda de maestros albañiles, o arquitectos o ingenieros, logran terminar de construir su vivienda.

 

“La idea era empezar a cambiar estos paradigmas y enseñar a la gente a usar materiales que no conocían”, es decir, que las personas ajenas a las grandes obras integren a sus viviendas los materiales que el mercado inmobiliario utiliza desde hace un tiempo.

En este sentido, el directivo compartió que su tienda de materiales exprés que recién cumplió un año de operaciones en la Ciudad de México, es un modelo de negocio enfocado a la autoconstrucción y ofreciendo materiales de nueva generación.

“Para empezar a cambiar paradigmas muy arraigados en este mercado, nos estamos enfocando en un sistema constructivo amigable con el medioambiente, entre ellos materiales como tabiques, mezclas, concretos, agregados de arena o grava, entre otros”.

 

 

Un punto importante para que la autoconstrucción sea un mercado eficiente es la capacitación, tanto de los maestros albañiles como de los contratistas, y tomando en cuenta que este mercado se “ha vuelto mucho de nicho y especialidades”, ellos buscan materiales que permitan economía en costos y eficiencia.

 

El Dato:

Hasta un 70% de los mexicanos autoconstruye su casa, lo que significa que alrededor de 60 millones de personas no tienen acceso a créditos o programas de vivienda, y construir sin la información suficiente provoca que el uso de los recursos no sea el óptimo.