Debido a la parálisis del sector construcción por no haber sido considerada una actividad esencial, la inversión en construcción residencial se desplomó -40.8% en abril en relación al mismo mes del año pasado, en tanto la no residencial cayó -31.4% en términos anuales, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
La inversión de las empresas en construcción sufrió un desplome general de -36.2% en abril en relación al mismo mes del año pasado, y de -30.9% respecto a marzo, de acuerdo con el reporte de Inversión Fija Bruta del cuarto mes del año. La inversión de las empresas en construcción sufrió un desplome general de -36.2% en abril en relación al mismo mes del año pasado Asimismo, en el mes reportaron los ajustes más fuertes de toda la Inversión Fija Bruta.
De enero a abril, la inversión en construcción ha retrocedido -14.1% en términos anuales, determinada por una caída de la inversión residencial de -14.6% y de -13.7% en la no residencial. De acuerdo con un análisis de Banorte “el desempeño en el periodo estuvo altamente impactado por el paro de actividades relacionadas con la inversión como resultado de la pandemia de COVID-19”.
Agregaron que la diferencia en el ritmo de caída de la inversión en el sector, “está explicada por la continuación de proyectos clave del gobierno federal (con la inversión física dentro del gasto federal aumentando 22.2% anual en términos reales). Sin embargo, menores ingresos a nivel estatal han resultado en menos obras públicas, en conjunto con la designación de la mayoría del sector como no esencial, con un efecto masivo en el desempeño general”.
Al respecto, analista de Invex señalaron que “la inversión es de las variables que ya mostraba un mal desempeño previo a la contingencia sanitaria. La falta de claridad sobre ciertas reglas de inversión y la pérdida de confianza de algunos inversionistas ante la cancelación de proyectos importantes en el país mermaron el desempeño de esta variable, misma que registra fuertes tasas negativas desde principios de 2019”.