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La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, señaló que las obras que mayormente reanudaron labores son pequeñas.

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De las 12 mil empresas afiliadas a la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), entre 4 mil y 6 mil reanudaron actividades, y el resto lo hará en los siguientes días, aunque la complicada situación económica obligará a detener proyectos en el corto plazo y el mal momento que vive el sector se ampliará.

Eduardo Ramírez Leal, presidente del organismo, señaló que las obras que mayormente reanudaron labores son pequeñas, que representan la mayor parte de afiliados, sobre todo de tareas de mantenimiento con unos 15 o 20 trabajadores. Y las de mayor tamaño están en proceso, porque no es sencillo instrumentar las acciones a seguir, como la revisión de temperatura, proceso de limpieza de equipos y herramienta, entre otros.

Y para mejorar el reinicio de actividades de la industria después de la Jornada de Sana Distancia, en las últimas dos semanas, la cámara comenzó a ofrecer cursos de capacitación a los dueños de las empresas de las 44 delegaciones que tienen en el país y ahora están en proceso de implementar la nueva cultura laboral, en la que todos son corresponsables.

“La industria de la construcción no había parado antes a estos niveles y el regreso debe ser paulatino luego de varias semanas sin actividad. Lo más complicado que vemos es la incertidumbre económica que está generando la pandemia y tendrá efectos, sobre todo, en el sector privado. Es un hecho que algunos proyectos no se van a reanudar este año como medida preventiva ante la crisis”, dijo el empresario.

Para acelerar la actividad constructiva, comentó Ramírez Leal a El Economista, el gobierno federal debe permitir que la inversión pública fluya y los calendarios presupuestales se cumplan, de la misma manera que lo está haciendo la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, que ya ha comprometido más del 70% de sus recursos para este año.

En el reinicio de las actividades de la industria en la zona poniente de Ciudad de México, se observó un flujo limitado de trabajadores. Por ejemplo, en la Colonia Granada, dos o tres obras, de 15, iniciaron labores y solo con 50 de 250 trabajadores.  El Universal reportó que aunque sí hubo despidos, fueron menos de lo que se esperaba, pues algunas empresas decidieron mantener en sus puestos a la mayoría de los trabajadores.