La caída en la demanda, la incertidumbre económica, la cancelación y el retraso de proyectos de infraestructura, presentan un horizonte difícil para la industria de la construcción. Por lo que especialistas consideran que tendrá una caída del 27% a finales del 2020; y de no reactivarse el sector, la situación se agravaría.

Amin Vera, director económico de BW Capital, señala que la construcción enfocada al sector turístico puede llegar a la liquidación. “De igual manera, en el sector residencial es probable que veamos, a raíz de la crisis sanitaria del Coronavirus, la primera caída en los precios de habitación en los últimos 30 años”.

Añade que la industria podría mejorar si el gobierno mexicano reactivará los incentivos a la construcción o un plan de gasto emergente, incluso si pudiera sacar adelante la Refinería Dos Bocas, el aeropuerto de Santa Lucía o el Tren Maya.

Por su parte, Eduardo Ramírez Leal, presidente de la Cámara Mexicana de Industria de la Construcción, refiere que “con la Fase 3 del Coronavirus, muchas actividades se detendrán totalmente y las empresas constructoras no están capitalizadas; y el apoyo del gobierno mexicano no es suficiente”.