El plástico reciclado o acumulado en océanos y fábricas sirve también para construir carreteras y vías, sin restricción de zonas o climas; un ejemplo de esta innovación se observa en Giethoorn, Holanda, y en Zwolle, en los Países Bajos, demarcaciones en donde se construyeron ciclovías de 30 metros de largo.
En la ciudad de Zwolle, KWS, Total y la marca Wavin -de la empresa mexicana Orbia- diseñaron y produjeron los elementos para realizar una vía de plástico reciclado, el PlasticRoad; que incluyó en la construcción botellas, envases, 218 mil vasos y 500 mil tapones de plástico. Esto, consta de un sistema de paneles modulares que se acoplan entre sí y forman una superficie al mismo estilo del concreto.
Aunque la diferencia es que se puede hacer reparaciones al instante y traslados más veloces. En el interior de las piezas existe un espacio hueco para redes eléctricas, internet, tuberías y sensores de temperatura. Dichas estructuras son hasta cuatro veces más livianas, duran casi tres veces más que el asfalto, y presentan mayor seguridad porque presentan pocos o nulos baches y grietas.
Asimismo, requieren menor tiempo para ser construidas. También permiten una mejor circulación del agua y reducen de manera significativa la huella de C02. Este es considerado un proyecto innovador porque en el mundo se generan más de 350 millones de toneladas de basura y residuos plásticos; y solo el 10% se recicla.