Con la intención de estimular la conectividad en el mercado interno y atraer a más aerolíneas internacionales, en México hace falta tener más y mejor infraestructura, impulsar la facilitación de los viajes y trabajar en la reducción de costos. Asimismo, un factor que resta puntos al país es la sobresaturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
No obstante, México ha sacado provecho al utilizar otros aeropuertos como hub, toda vez que en el 2009 había 125 pares de ciudades en rutas domésticas que no tocaban el AICM, y para el 2018 la cifra pasó a 200; en el caso de las internacionales, había 272 pares de ciudades y la cifra llegó a 365 en el 2018, según destaca el Índice de Competitividad de la Industria Aérea en América Latina, realizado por la empresa de software Amadeus y Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA).
Por su parte, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) señala que la falta de capacidad aeroportuaria reduce la oferta de las aerolíneas nacionales e internacionales, pues no pueden poner más aviones ni rutas. Al tiempo, proyecta que el tráfico aéreo en la región, incluido el de México, se duplique en los próximos 18 años; lo que obliga a la industria a considerar una infraestructura que se pueda acoplar al crecimiento del 3.5% anual.
Así, especialistas consideran que reducir costos como las tasas de embarque y facilitar los viajes mediante la eliminación de visados podría estimular la llegada del mercado internacional. Por ejemplo, en Chile, donde se tienen 0.6 viajes per cápita, la región tiene una tasa de 0.4, se bajaron las tasas de embarque tanto domésticas como internacionales y eso generó que fuera uno de los mercados con más crecimiento en el mundo. Mientras que Brasil anunció que reduciría ese mismo costo hasta 20%, lo que generará un boom, señaló Luis Felipe de Oliveira, director general de ALTA.
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